Juicio este martes contra veintitrés del clan de los ‘Varela’ y ‘Santovenia’ por tráfico de drogas

Redacción

La Audiencia de Valladolid inicia juicio este martes, 3 de mayo, contra 23 presuntos ‘narcos’, parte de ellos del ‘clan de los Varela’ y otros miembros del ‘clan de Santovenia’, por su supuesta integración de un grupo criminal que fue desarticulado en marzo de 2018 en el marco de la ‘operación Rosado’.

Inicialmente, la detención por aquellas fechas, fruto de una operación en la que participaron casi 200 agentes de la Policía Nacional, se elevó a medio centenar de personas tras los registros efectuados en distintas localidades de Castilla y León, si bien la causa ha quedado circunscrita finalmente a 23 presuntos miembros de la organización criminal calificada como la más activa de Valladolid dedicada al cultivo, suministro y venta de droga.

El juicio se inicia este martes en la Sección Cuarta de la Audiencia de Valladolid e inicialmente está fijada su conclusión para el día 20 de mayo, tras trece sesiones, si bien es previsible que los acuerdos ya alcanzados entre quince de los acusados y la Fiscalía reduzcan bastante el proceso judicial, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Con carácter provisional, la acusación pública solicita para los acusados penas que suman más de 46 años de privación de libertad, a razón de doce años de cárcel para cuatro de ellos y once y medio para el resto, junto con multas para cada uno de 600.000 euros.

La pena más alta, doce años y medio de prisión, es la interesada para Iñaki R.G, a quien, a mayores de los delitos contra la salud pública de sustancias que causan y no causan grave daño a la salud y pertenencia a grupo criminal, el fiscal del caso le imputa otro delito de tenencia ilícita de armas.

La investigación comenzó en septiembre de 2017 cuando se detectó, tanto en la provincia de Valladolid como en otras limítrofes, algunos movimientos sospechosos alrededor del ‘clan de los Varela’, conocidos de los investigadores por tener antecedentes por tráfico de drogas. A ello se sumó el hecho de que dicho clan familiar hacía gala del uso de un gran número de vehículos de lujo, por encima de las posibilidades económicas del mismo.

UN LÍDER CONTROLADOR

Así, los agentes intensificaron la vigilancia y pudieron comprobar que alrededor de la mencionada familia existía una organización criminal con unas competencias perfectamente definidas y delimitadas. Contaban con un líder indiscutible que controlaba todo el entramado dedicado al cultivo, suministro y venta de droga, actuando con gran firmeza y mano de hierro.

En concreto, el referido clan estaba liderado por Rafael V.G. e integrado por Manuel V.M, hijo del anterior; un sobrino de éste, José V.G, y su yerno, Ernesto I (‘Mimi’).

Muy vinculados a éstos, siempre según la tesis del fiscal, figuraban otros de los ahora encausados–Jesús R.R. (‘Chule’), Carlos E, Francisco Miguel A.L. (‘Kiko’), Juan Carlos I, Daniel S, Jesús R.R, José Ángel M. y Julio P–que, si bien no son familia directa, colaboraban con los anteriores en labores de almacenamiento y distribución de cocaína, MDMA y cannabis que les suministraban.

En un plano «claramente inferior», y en labores totalmente «subordinadas» al ‘clan de los Varela’, la acusación pública incluye al resto de los acusados pertenecientes al denominado ‘clan de Santovenia’, en referencia a Iñaki R, Aitor A.N, Jonathan V.P. (‘Will’ y ‘Sica’), Javier L.N, Alberto L.N, Daniel M, Dionisio A.P, Alejandro M.M. y Ángel B.P.

UNA TREINTA DE REGISTROS

Así, la madrugada del 19 de marzo de 2018 se llevaron a cabo 28 registros simultáneos en un amplio despliegue policial de 190 agentes, siendo dos de ellos en Zamora y Segovia y el resto en Valladolid capital y provincia, concretamente en las localidades de Tudela, Laguna, Aldeamayor, Santovenia y Villabáñez. Posteriormente se realizaron otros cuatro registros más.

Debido a la peligrosidad del grupo delictivo, el dispositivo contó con la presencia del Grupo Especial de Operaciones (GEO), la Unidad de Intervención Policial (UIP), Guías Caninos y decenas de agentes pertenecientes a la Brigada Central de Estupefacientes y a la comisaría provincial de Valladolid.

En total, los investigadores hallaron unas 800 plantas de marihuana, más de 49.000 euros en efectivo oculto en cajas de zapatos, un kilo y medio de ketamina, 107 gramos de cocaína, una decena de armas largas, dos pistolas, varias armas cortas detonadoras, diecinueve vehículos–algunos de lujo como un Porsche Panamera, un Bentley, Mercedes y BMW– y multitud de efectos relacionados con esta actividad delincuencial.

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