«Cuando las mariposas del alma baten sus alas», la exposición que relaciona arte, neurotecnología, robótica e inteligencia artificial,

Alvaro San Román

¿Cuál es el potencial de las obras de arte que utilizan neurotecnología, robótica o inteligencia artificial? ¿Qué puede evocar el arte a las percepciones cambiantes que rodean la comprensión del cerebro y de la mente? ¿Qué aporta a la percepción, al pensamiento, a las emociones o a las inteligencias múltiples humanas y artificiales?

 

La exposición Cuando las mariposas del alma baten sus alas, que se inaugura en LABoral Centro de Arte (Gijón) el próximo 27 de noviembre, trata de acercarnos desde el arte a algunas de las expectativas e interrogantes que rodean a la neurociencia y a la inteligencia artificial.

 

Protagonistas de esta exposición son las neuronas, o dicho de forma poética, las mariposas del alma. Se trata de un término acuñado por Santiago Ramón y Cajal, al referirse a ellas como unas de las células más delicadas de la naturaleza. Ya entonces se preguntaba, si su batir de alas esclarecerá algún día el secreto de la vida mental[1]. Ha pasado casi un siglo de aquellas palabras de Cajal. Hoy, la revelación de este misterio se ha convertido en uno de los mayores retos de la comunidad científica internacional. Mientras unos se dedican a descifrar el mapa neuronal del cerebro desde distintos ámbitos de la neurociencia, otros desarrollan nuevas redes neuronales artificiales vinculadas a las matemáticas y la computación.

 

Precisamente, en la confluencia de los avances científicos centrados en la cartografía de nuestro hardware – llamado cerebro -, y de la inteligencia artificial relacionada con el software cognitivo – denominado mente-, se centra la actual propuesta expositiva Cuando las mariposas del alma baten sus alas.

 

Inspirada en las observaciones de Ramón y Cajal, esta exposición une arte, ciencia y tecnología para acercar a un amplio público a relatos, imaginarios e interrogantes, relacionados con los conocimientos actuales del cerebro y de la mente.

[1] [1] Cita completa: Es que, realmente, dejando aparte los halagos del amor propio, el jardín de la neurología brinda al investigador espectáculos cautivadores y emociones artísticas incomparables. En él hallaron, al fin, mis instintos estéticos plena satisfacción. ¡Como el entomólogo a caza de mariposas de vistosos matices, mi atención perseguía, en el vergel de la substancia gris, células de formas delicadas y elegantes, las misteriosas mariposas del alma, cuyo batir de alas quién sabe si esclarecerá algún día el secreto de la vida mental!… Fuente: Santiago Ramón y Cajal, Recuerdos de mi vida, 1923. Publicado en https://cvc.cervantes.es/ciencia/cajal/cajal_recuerdos/recuerdos/labor_07.htm

Las + leídas