Ziggurat acaba de llegar hasta nuestras mesas de la mano de Devir. Este es un juego cooperativo de tipo Legacy diseñado por los reconocidos Matt Leacock y Rob Daviau, pero dirigido específicamente a un público familiar, con una edad recomendada a partir de los 8 años. Legacy significa que se va ampliando y añadiendo reglas para involucrarnos en una historia bastante divertida a lo largo de 6 capítulos.
La campaña de Ziggurat se extiende a lo largo de seis capítulos, como decíamos antes, con una duración de juego que nos ha parecido algo corta. En unas 4 horas has completado la campaña. Sin embargo esto no es un inconveniente, no toda la familia está dispuesta a aguantar horas y horas sentados a la mesa, sobre todo los niños. Por eso nos parece una duración justa para todos.
Ziggurat es amigable y rejugable
Su mecánica central es un puzle cooperativo que utiliza una sola carta por turno. Esta carta dicta el movimiento del héroe y, posteriormente, el movimiento de los espíritus de fuego, lo que obliga a una intensa comunicación y planificación para evitar las condiciones de derrota, que es caer en un espíritu de fuego o sobre un héroe. Este enfoque en la cooperación y la sencillez lo convierte en una excelente puerta de entrada al género.
Una de las características más destacadas es su sistema Legacy no destructivo, a diferencia de otros títulos de este estilo. En Ziggurat los jugadores no tienen que destruir componentes, lo que permite que el juego se pueda volver a jugar después de completar la campaña, en su versión con todas las reglas desbloqueadas. Esto nos ha gustado bastante ya que permite disfrutarse más tardes y volver a jugar de nuevo ya con todos los conceptos interiorizados.
La progresión de reglas del legacy de Ziggurat es suave y orgánica: se van añadiendo gradualmente al manual y al tablero mediante pegatinas, evitando así que los jugadores principiantes se sientan abrumados. Esta evolución gradual, junto con las recompensas de los «Títulos de Honor» para los personajes, crea una sensación satisfactoria de progresión que resulta muy atractiva y motivadora para los niños.
Simplicidad y Diseño Narrativo
A pesar de sus puntos fuertes, Ziggurat nos parece que presenta algunas debilidades. Su historia es algo básica y rudimentaria, con muy pocos párrafos narrativos entre capítulos, algo que quizás no nos meta de lleno en el juego. Además, los personajes son completamente idénticos en términos de reglas, sin habilidades asimétricas, ya que los Títulos de Honor son puramente cosméticos.
A nivel de juego, las misiones no varían significativamente en sus objetivos, siendo la verdadera novedad la introducción de nuevas reglas. Además, al ser un puzle cooperativo abierto, es muy susceptible al «jugador alfa». Este es un tipo de jugador que va dictando a los demás lo que deben hacer. Y esto con niños es peligroso porque al final los papás les dicen dónde deben mover los espíritus y arruinan la experiencia cooperativa.
Ziggurat es un juego que cumple con lo que promete: una experiencia Legacy sencilla y familiar. Es un juego que recomendamos para familias, ya que no es muy complejo y es una excelente puerta de entrada al género de campaña y legacy. Su público objetivo no son los jugadores expertos, es más para sacar en las tardes de invierno donde no apetece salir y pasar un rato divertido. Destacar por último la calidad de componentes que trae. Muy recomendado.
