Zanna Sloniowska: «Rusia es un país totalitario y Putin un criminal»

Redacción

La escritora ucraniana Zanna Sloniowska, quien publica en España su novela ‘Una vidriera en Leópolis’ (Alianza), ha lamentado el ataque de Rusia –al que considera un país «totalitario»– contra Ucrania encabezado por el «criminal» Vladimir Putin.

«Si pudiéramos encontrar algo positivo de todo esto, que no lo creo, sería la visibilidad que está teniendo Ucrania respecto a la actitud imperialista de Rusia. Ahora ya podemos hablar de un genocidio con los actos planificados», ha señalado en una entrevista con Europa Press la autora.

Curiosamente, ‘Una vidriera en Leópolis’, que aborda temas como la independencia o los conflictos fronterizos a través de la historia de cuatro mujeres de la misma familia, fue escrita en el año 2015 –Alianza tenía previsto el lanzamiento de la novela el año pasado, aunque finalmente se retrasó–.

Sloniowska ha explicado que ya fue a partir de estos años cuando se instalaba en Ucrania «la sensación de podredumbre» que ha llevado al actual conflicto. «Estábamos en guerra pero no se veía. La gente moría a diario pero no salía en los periódicos y, por contra, este año ha sido todo extremadamente visible: se ha visto en todo el mundo», ha resaltado.

La escritora y periodista –con actual residencia en Polonia, pero a tan solo 300 kilómetros de Ucrania– cree que a día de hoy existen «sin duda nacionalismos buenos y malos». «Los ucranianos quieren la democracia, al menos eso es seguro. Si ahora hubiese una manifestación en San Petersburgo o Moscú, a la gente les darían palos y lo verían normal», ha lamentado.

«Rusia es un país totalitario y no te dan estadísticas certeras, pero mi impresión a través de varios amigos y escritores es que han emigrado bastantes después de 2014 y, los que se quedaron, después de febrero. También conozco a gente que ha salido con carteles de ‘parad la guerra’ sabiendo que iban a ser detenidos», ha recordado.

Sloniowska ha viajado por varios países desde joven –habla tanto ruso como polaco, además del ucraniano– y, pese a reconocer que su situación «no es la común», explica cómo nunca se ha «sentido como en casa» en Rusia. «No es fácil de explicar, pero cuando llegué allí con 20 años siempre había policía en cada esquina comprobando documentos», ha lamentado.

«Lo que queríamos en Ucrania era vivir en un mundo libre y anhelábamos Europa», señala la autora, quien tiene a su madre viviendo en Kiev y mantiene el contacto con varias amigas de Leópolis. «Cuando veo esos misiles como este martes cayendo sobre Kiev, hablo con mi madre y ellos mantienen la tranquilidad, pero para mí es imposible», ha destacado.

Respecto al futuro de esta guerra, Sloniowska apunta a que por el momento las primeras consecuencias son que «ahora casi todo el mundo en Ucrania tiene la profunda sensación de que por primera vez han dejado de ser víctimas». «La gente ya no tiene miedo y sí mucha esperanza», ha resaltado.

Por el otro lado, señala que de la guerra saldrá un país «que no va a volver a ser el mismo después de lo que ha pasado». «Por ejemplo, ahora toda la nación ha cambiado el idioma en el que se comunica o gente que estaba todavía anclada en la identidad soviética ha renunciado: esta situación ha puesto claro que no puede haber grises», ha concluido.

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