Un traje de fallera reciclado realizado con plásticos y cápsulas de café llega a ‘National Geographic’

Redacción

Un traje de fallera elaborado a partir de materiales reciclados, como vasos de plásticos, botes de hojalata, semillas o cápsulas de café, ha llegado a ‘Kids vs Plastic’, una de las publicaciones de la prestigiosa ‘National Geographic’.

Se trata de un proyecto de Rosa Montesa, Rosa Andrés y Eva Ripoll que pretende demostrar que «las Fallas pueden ser muy innovadoras e inesperadas en estética, desarrollo y usos de materiales».

En ese «avance hacia una sociedad y una culturalidad más sostenible, divertida y creativa», la diseñadora valenciana Rosa Montesa y la fotógrafa Eva Ripoll han dado «una vuelta de tuerca al diseño de vestuario creando el traje de fallera realizado únicamente con materiales reciclados».

Tal ha sido su éxito que la publicación norteamericana ‘National Geographic’ lo ha elegido como modelo singular y, sobre todo, novedoso para su inclusión en el último número de su publicación ‘Kids vs Plastic’, orientado a sensibilizar mundialmente a los más jóvenes en el universo de la reutilización de materiales y la preservación del medioambiente, informan los responsables de la iniciativa en un comunicado.

El diseño ha saltado a todo el mundo, y más aún en estos tiempos difíciles, gracias a las páginas de la prestigiosa editorial y el canal youtube de Rosa Montesa que cuenta con 140.000 suscriptores y más de 28 millones de visitas desde el que enseña nuevos procesos de creación utilizando elementos de desecho como filosofía de trabajo.

Desde su puesta en marcha en 2013, han sido múltiples los trabajos de creación que han logrado conquistar la sensibilidad de consumidores sostenibles, jóvenes y adolescentes. «Y es que Fallas, reciclado y mujeres trabajadoras son tres aspectos que hoy están a la orden del día y quedan reflejados en este proyecto», aseguran las impulsoras del proyecto.

El vestido de valenciana está confeccionado a partir de vasos de plásticos y botellas de agua mientras que los complementos decorativos como peinetas y otros elementos del aderezo se han creado a partir en botes de hojalata, semillas o cápsulas de café. Los zapatos están realizados también a partir de botellas de plástico de color azul y rosa.

Fue en marzo de 2015 cuando Rosa Montesa comenzó a diseñar junto a su madre Rosa Andrés el conjunto. De ese modo, pudo «unir pasiones y habilidades, con el único objetivo de disfrutar juntas».

«Hubo que encontrar un tema relacionado con la creatividad y el reciclado, en el que mi madre tuviera mucho que aportar. Le propuse hacer un traje de valenciana, porque ha cosido muchos en su vida, y finalmente logré convencerla», recuerda Rosa Montesa.

El resultado de la unión de madre e hija se acercó mucho a lo que querían conseguir, ya que Rosa Andrés quería un vestido que fuera respetuoso con la tradición y Rosa Montesa, que estuviera embellecido con material reciclado.

«TESOROS»

Para su elaboración se utilizó una infinidad de materiales que muchas personas ven como simple basura, pero que la recicladora considera «tesoros». Garrafas, botellas de plástico, envases de productos de limpieza, bolsas de patatas fritas, cápsulas de café, botes de hojalata, bolsas de plástico o cáscaras de pipas, entre otros han sido los escogidos.

El proyecto llevó meses de trabajo y esfuerzo y se completa con un catálogo creativo que incluye todo tipo de objetos de uso diario, decorativos, vestidos y complementos.

En enero de 2020, ‘National Geographic’ se puso en contacto con Rosa Montesa para hacer un artículo sobre esta obra y publicarla en su revista. Pero había un problema, necesitaban fotografías de alta calidad. Fue ahí cuando contactó con la fotógrafa Eva Ripoll, con quien ya había trabajado en la catalogación visual de otras muchas de sus creaciones en las que lleva trabajando desde 2013 y que ha distribuido alrededor de todo el mundo.

Eva Ripoll es fotógrafa especializada en artes escénicas. Con más de 25 años de experiencia este ha sido el trabajo «más ilusionante» de su carrera, «ya que publicar en una revista de tanta calidad, rigor y prestigio es el sueño de cualquier fotógrafo profesional», expresa.

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