Un estudio de la fundación Michael J.Fox busca pacientes en España: ¿por qué es importante adelantarse al Parkison?

Redacción

A Michael J. Fox le diagnosticaron Parkinson con tan solo 29 años, en pleno auge de su carrera artística. Desde entonces, y con la creación de su fundación, son numerosas las investigaciones que se están realizando sobre esta enfermedad, por desgracia tan frecuente en nuestra sociedad. Es la segunda patología neurodegenerativa más frecuente, solo por detrás del Alzheimer.

Actualmente, y con el aval precisamente de su fundación, en España, en el Hospital Clínic de Barcelona, junto con otras cuatro ciudades europeas, se está desarrollando el proyecto ‘Envejecimiento Cerebral Saludable’, un estudio cuyo objetivo es identificar a las personas con un alto riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson, para poder así instaurar una terapia lo antes posible anticipándose incluso a la aparición de los síntomas motores de la enfermedad.

Concretamente se busca a 10.000 españoles que deseen participar en una encuesta ‘on line’ (https://www.cervellsaludable.cat/es/), de apenas 20 minutos, que servirá para obtener información de las fases más iniciales de la enfermedad. «Si llegamos a detectar a aquellos sujetos afectados de manera muy temprana, se estaría más cerca del gran objetivo de ralentizar, detener o incluso invertir el proceso de la enfermedad», señalan desde la organización.

Y es que hoy uno de los principales retos que existen sobre esta patología es su detección temprana, ya que suele diagnosticarse en los estadios más avanzados, cuando la enfermedad está asentada, aclara en una entrevista con Infosalus uno de los referentes del estudio del Parkinson en nuestro país y participante del proyecto, el expresidente de la Sociedad Española de Neurología y durante 25 años director del Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona, el doctor Eduardo Tolosa.

«El diagnóstico precoz es muy importante y decisivo porque todos los estudios clínicos hechos para frenar la enfermedad han dado resultados negativos en los últimos 15 años. La comunidad académica y los investigadores creemos que estos estudios se han hecho con sujetos con la enfermedad ya declarada y bastante avanzada. Por ello, es importante identificar sujetos a riesgo para quienes no la tienen y poder estudiar medicamentos para demostrar su eficacia en sujetos de riesgo, no en quienes ya la tienen declarada. Esta fase es tarde para investigar medicamentos que frenen la enfermedad, es su gran reto pendiente», defiende.

SÍNTOMAS PREVIOS, HASTA 20 AÑOS ANTES

El también catedrático de Neurología de la Universidad de Barcelona y actualmente investigador emérito del IDIBAPS y profesor emérito de la Universidad de Barcelona, así como consultor de Neurología en Barnaclinic, remarca que las investigaciones realizadas hasta la fecha sugieren que problemas como la ansiedad, la depresión, la pérdida de olfato y los trastornos del sueño pueden aparecer hasta 20 años antes de que se manifiesten los síntomas motores que llevarán al diagnóstico de la enfermedad.

Es probable, sin embargo, que muchas personas, a medida que envejecen, presenten alguno de estos síntomas no motores, sin que luego desarrollen una enfermedad neurodegenerativa. ¿Cómo saber quiénes la desarrollarán? De ahí que, según prosigue este experto, sea tan importante realizar este estudio y contar con los 10.000 cuestionarios respondidos en nuestro país, más los otros 30.000 procedentes de las ciudades europeas (Kassel en Alemania, Luxemburgo, e Innsbruck en Austria), que calcula que estarán en torno a mediados del año que viene.

«La realidad que hemos aprendido en los últimos años es que la falta de olfato que tienen la mayor parte de pacientes, las pesadillas agresivas por la noche, el estreñimiento, o la depresión, comienzan años antes de los síntomas clásicos de la enfermedad, que son el temblor, la torpeza, o la dificultad para caminar, así como la falta de movimiento», aclara.

Indica que se trata de una encuesta ‘on line’ y aquellos que contesten positivamente a las preguntas se les harán unas pruebas sencillas para ver si realmente son de riesgo para tener la enfermedad en próximos años o no. «No todo el mundo que tiene estos síntomas desarrollará Párkinson», destaca el doctor Tolosa.

¿QUÉ SE SABE HOY SOBRE LAS CAUSAS DEL PARKINSON?

Así, resalta que otra de las incógnitas que cierne sobre esta patología neurodegenerativa es que se desconoce su causa. «Sí se conocen factores de riesgo entre sujetos con familiares afectos, entre no fumadores, o personas de mayor edad, del sexo masculino, pero su causa en sí se sabe en un 5-10% de pacientes, donde esta es genética. En estos pocos casos una mutación genética produce la enfermedad», apostilla.

Eso sí, el neurólogo subraya que es muy importante estudiar a este porcentaje tan pequeño de pacientes porque su investigación podrá llevar a tratamientos que no solo resuelvan estos casos genéticos, sino también al 90% de personas que están afectas con Párkinson.

Hoy en día aclara que se diagnostica la enfermedad cuando ya han aparecido los síntomas motores clásicos, un temblor de una mano, dificultad para caminar, torpeza motora, dificultad para abrocharse los zapatos o ponerse una camisa.

«Es decir, los sujetos pierden agilidad manual, sobre todo están más lentos. El diagnóstico en esta fase, cuando se puede hacer con certeza, es ya muy tardío para estudiar tratamientos preventivos. Además de los síntomas tenemos por ejemplo unas radiografías o escáner que determinan la concentración de dopamina (neurotranmisor) en el cerebro, siempre disminuida en el Párkinson», sostiene este especialista.

LOS TRATAMIENTOS DE LA ENFERMEDAD

Con ello, recuerda que los múltiples tratamientos contra la enfermedad son sintomáticos, y enfocados en mejorar los síntomas: «Por desgracia no tenemos un tratamiento preventivo o que la frene, pero sí muchos fármacos que alivian las molestias de los pacientes. Tanto la ‘levodopa’, que se convierte en dopamina en el cerebro, como otros complementos. Todos estos medicamentos mejoran de forma sensible los síntomas y la calidad de vida de los pacientes. De hecho, tenemos estrategias quirúrgicas muy efectivas. En el 10% pacientes donde la respuesta es buena frente a la medicación pero deja de serlo con el tiempo la cirugía es muy eficaz».

QUIÉNES PUEDEN PARTICIPAR

Concretamente buscan a personas neurológicamente sanas de entre 50 y 80 años que tengan acceso a Internet. «Las personas con familiares diagnosticados de enfermedades neurodegenerativas de la vejez también pueden participar», señalan.

Eso sí, no pueden participar personas diagnosticadas de una enfermedad neurodegenerativa como la enfermedad de Parkinson o de Alzheimer u otros trastornos neurológicos del movimiento, demencia, derrame cerebral o esclerosis lateral amiotrófica (ELA); ni tampoco personas que estén tomando medicamentos que pueden aumentar o desencadenar los síntomas de una enfermedad neurodegenerativa.

El Parkinson es un trastorno neurodegenerativo de progresio*n paulatina que afecta al sistema nervioso central. Aparece cuando el 50-70 % de las células productoras de dopamina (neuronas) han reducido su capacidad de producir este neurotrasmisor. Generalmente, la muerte de neuronas se inicia muchos años antes de que aparezcan los primeros síntomas.

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