Toledo, Ciudad Patrimonio de la Humanidad … y de los sentidos

Alvaro San Román

Toledo fue capital del Imperio Español con Carlos V. El traslado de la capitalidad a Madrid en 1561 sumió a Toledo en una etapa de declive que aprovechó la Iglesia para convertirse en el motor económico e ideológico de la ciudad, sustituyendo así a la nobleza y a la Corte. A partir del siglo XVIII, Toledo inicia su recuperación definitiva,  ayudado por la llegada en 1858 del primer ferrocarril a la ciudad. Ya en los años 80, Toledo se  ve recompensado con la denominación como capital de la Comunidad de Castilla-la-Mancha.

Historia, arte, patrimonio, cultura, gastronomía y artesanía se mezclan en Toledo. Iglesias, sinagogas y mezquitas conviven en la ciudad de las Tres Culturas, donde tres grandes religiones como la cristiana, la judía y la musulmana han sabido dejar lo mejor de sí mismas como invitación perpetua a la convivencia. Desde Santiago del Arrabal, joya de los cristianos labrada por manos de alarifes mudéjares, hasta San Juan de los Reyes, emblema del triunfo de los Reyes Católicos sobre el Islam, en plena judería, convierten a Toledo en una de las ciudades más interesantes y sorprendentes de España.

Bañada por el río Tajo, empapada de El Greco, Cervantes o Garcilaso; rodeada de gastronomía y artesanía e invadida de historia, arte y cultura,  los primeros indicios de su existencia datan del siglo IV a. C, mientras que su nombre se remonta a la época romana bajo la denominación de Toletum.

Conquistada por los pueblos germánicos e invadida por los musulmanes, Toledo se convirtió en un importante centro intelectual europeo en torno  al siglo XII, gracias a la instalación de la Escuela de Traductores. Desde entonces la ciudad de Toledo continuó creciendo gracias a su industria textil, de armas, de sedas, de monedas y otras artesanías, hasta  llegar a ser en el siglo XVI una de las principales ciudades de Castilla.

El valor artístico de Toledo es incalculable. Todos los estilos confluyen en esta ciudad: árabe, mudéjar, gótico, renacentista. Su riqueza histórica y artística la ha hecho merecedora de la denominación de Ciudad Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco desde 1986. En pocos lugares del mundo es posible ver, mezcladas y complementándose entre sí, una mezquita como la de Bab-al-Mardum, una sinagoga como la de Samuel Leví  y una gran catedral de la talla de la primada de Toledo.

Toledo es convivencia: Judíos, Musulmanes y Cristianos

En Toledo la madinat al Yahud, la ciudad de los judíos, cierra el trazado urbano de una medina musulmana jalonada de conventos e iglesias, muchas de ellas construidas sobre anteriores mezquitas. Éste es, quizás, el mensaje más auténtico que lanza Toledo a quien acude a visitarlo: la convivencia es posible. Y sumamente enriquecedora.

La ciudad posee un Casco Histórico, delimitado por el río Tajo y amurallada, de gran valor. La muralla que rodea el casco antiguo es de origen romano, pero su fijación actual es de obra de los árabes. La muralla poseía numerosas puertas, algunas de las cuales se conservan en buen estado como la Puerta del Sol, la Puerta Bisagra Y la Puerta del Cambrón. El único edificio anterior a la reconquista cristiana  que se conserva en buen estado es la Mezquita del Cristo de la Luz, del siglo X.

Durante la dominación musulmana los cristianos tenían sus propias iglesias abiertas al culto, que recibían la denominación de mudéjares. Las  más importantes iglesias mudéjares son las de Santiago del arrabal, construida en el siglo XIII, la iglesia de san Vicente y la de Santo tomé. Esta última conserva en su interior el cuadro del Greco El entierro del Conde Orgaz.

También mudéjares son las sinagogas. De las muchas que tuvo Toledo, sólo se conservan en la actualidad dos. La más antigua, hoy llamada de Santa María la Blanca, fue construida a  finales del siglo XII en el Barrio Judío. Inspirada en el arte almohade fue transformada en 1550 en iglesia cristiana. La otra sinagoga, la Sinagoga del Tránsito, data del siglo XIV y alberga en su interior el Museo Sefardí.

Del estilo gótico hay que destacar la Catedral, cuyas características de construcción la convierten en una de las catedrales más originales de cuantas se erigieron en España en el periodo del arte Gótico. Se comenzó en el siglo XIII y se terminó en 1493, tras la conquista de Granada, aunque recibió añadidos posteriores. Una de sus características más destacadas es el Transparente, una de las obras más importantes del barroco español. La Catedral posee 22 capillas y numerosas dependencias, así como gran número de obras de arte de los artistas del momento.

Platos típicos de Toledo

Perdíz a la Toledana
Cocinada a fuego lento con fondo de ajo, cebolla y laurel, la perdiz estofada es para muchos la joya de la corona de la gastronomía y de los platos típicos de la cocina toledana, a pesar de su sencillez. En esta receta, la materia prima, el punto de vinagre, el vino y las hierbas aromáticas son los elementos que marcan la diferencia. Las más ricas o las catalogadas como excelentes son las perdices de menos de un año, conocidas como perdigones.

Carcamusas
Si por unos días eres un toledano más, visitando y conociendo nuestra ciudad debes probar nuestras famosas carcamusas, un plato popular de Toledo a base de guiso de ternera o cerdo desmenuzada y guisada con tomate y guisantes. Hay quien también le añade jamón y chorizo. Es un plato que podrás encontrar en cualquier bar o restaurante de la ciudad y que no solo se suele servir como principal, sino también como tapa, acompañada de patatas fritas o de tortilla de patata.

Venado
Toda la provincia de Toledo es tierra de caza y de pastores. Numerosas son las recetas elaboradas con conejo, jabalí, ciervo o venado, por lo que es imposible pasar por Toledo y no degustar algunos de los guisos realizados con estas carnes de caza. El venado a la plancha o el guiso de venado con setas o peras es un plato típico toledano que debes degustar. Para este plato se fríe la carne de venado en una sartén con mantequilla y se flambea con brandy o coñac. Finalmente, se añaden las setas o peras y se dejan cocer todos los ingredientes con vino tinto.

Cocido “Tres vuelcos”
Se trata de un típico cocido elaborado con carnes, productos de matanza, verduras y garbanzos, pero que en Toledo se sirve bajo la denominación de Tres Vuelcos, es decir, se consume en tres platos por separado. El primer vuelco servirá la sopa o caldo de cocido, seguido de los garbanzos y las verduras y finalmente la carne, los encurtidos y los derivados de la matanza.

Arroz a la Toledana
Como ocurre en otras partes de España, en nuestra ciudad también tenemos nuestra propia versión del arroz y como no, con nuestra identidad toledana. El Arroz a la Toledana es por tanto otro de los platos que no puedes dejar de saborear en tu visita a Toledo. Somos ciudad de Tres Culturas por lo que nuestra cazuela de arroz es mixta y mezcla variedad de ingredientes como son el pollo, congrio, calamares, setas y manteca de cerdo. Además, se incorporan especies típicas como el azafrán.

Cochifrito
Encontrarás una y otra vez este plato sencillo pero muy sabroso mientras disfrutas del turismo en Toledo, ya que es una receta emblemática toledana, pero también de la cocina castellana en general. Se trata de taquitos de cochinillo frito y abundantes ajos. Se elabora generalmente con cordero o cabrito, que tras ser guisado a medias se fríe en aceite, dientes de ajos, vinagre y especias. Un buen cochifrito es aquel que presenta carne crujiente por fuera y jugosa por dentro.

Truchas a la Toledana
Aunque en la comida típica de Toledo destaquen las carnes de caza, también hay un hueco en nuestra gastronomía toledana para los pescados. Los amantes de estos productos encontrarán su objetivo en las Truchas a la Toledana, con una preparación de vinagre, aceite, ajo y especias. Tras enfriarse se fríen en abundante aceite. El Tiznao de Bacalao también tiene un lugar destacado en los bares, restaurantes y tascas de Toledo, por lo que no será difícil que te dejes seducir por este plato. En este caso, se prepara asado al horno con patatas, cebollas, ajos y pimientos morrones rojos.

Tampoco será extraño descubrir durante tu recorrido por las calles de Toledo platos con llamativos nombres, como el “Atascaburras“, también denominado Bacalao al Ajo Arriero. Se trata de un puré o pasta de patatas y bacalao con ajo, aceite de oliva y nueces.

Mazapán y Las Toledanas
Para comer en Toledo y degustar nuestros platos y productos debes saber que siempre tienes que dejar un hueco para saborear nuestros postres típicos. Sin lugar a dudas, entre los dulces, la estrella de Toledo es el Mazapán. Uno de los productos más toledanos que puedes encontrar durante todo el año y que posee Indicación Geográfica Protegida. Su elaboración se basa en una mezcla fina de almendras, azúcar y huevo. Con el Mazapán se crean variadas y divertidas figuritas, pero también es la base de otros postres típicos toledanos.

Sin dejar la repostería, las pastas típicas de Toledo son las Toledanas, valga la redundancia. Se trata de una empanadilla dulce rellena de cabello de ángel y cubiertas de almendra picada. Las mejores toledanas son las que consiguen una masa que se deshaga y un buen relleno. Las Toledanas las podrás encontrar en pastelerías, confiterías y tiendas de Toledo, pero también en los conventos de la ciudad.

Las + leídas