Shame Legacy Análisis – La huida de la secta llega en formato físico

Nacho Pérez

Shame Legacy es el último juego que acaba de publicar Meridiem Games. Este título desarrollado por Fairyship nos lleva hasta el siglo XIX. Terror y adrenalina para huir de una secta de lo más oscuro. Sin duda una gran elección si eres amante del terror y quieres pasar un mal rato. No es un triple A pero cumple. Tiene momentos mejores y peores pero es algo diferente.

Aunque ha salido en formato digital, Meridiem Games se ha encargado de traernos una edición fenomenal para los amantes del formato físico. The Cult Edition puede adquirirse en tu tienda habitual y trae varios extra. El primero es el estuche con un diseño aterrador. También cuenta con una postal metálica con una imagen de Shame Legacy.

Shame Legacy nos lleva hasta un pueblo enmarcado en 1800. Allí nuestro protagonista se despierta en medio de todo en llamas. Lo viviremos en nuestras propias carnes porque el juego está recreado en primera persona. Tras despertar y con todo incendiándose iremos a ver qué ha sucedido con nuestro hogar y nuestros seres queridos. Así comienza una historia turbia que se nos irá desvelando poco a poco.

Shame Legacy recrea el terror de secta

Shame Legacy

El pueblo está ocupado por una secta. Esta secta convierte a los pueblerinos en seres muy peligrosos. Tendremos que huir de ellos utilizando el sigilo. Para ello, podremos ir avanzando agachados y sin hacer ruido. En el momento en el que los enemigos nos escuchen, irán a atacarnos. También podremos escondernos de ellos. Al final el terror lo va generando la situación extrema que vamos viviendo en Shame Legacy

La cámara en primera persona y el sonido del juego ayuda mucho a meternos dentro de este Shame Legacy. Eso sí, no estamos totalmente desprotegidos, contamos con un báculo que podremos usar en ciertos momentos. Una parte de las veces nos atacarán y moriremos en cuanto nos alcancen. Otras veces nos podremos defender con este palo. Es en forma de pulsar botones rápido y mover el joystick.

Eso sí, tras haberlos derribado y salvado la vida en Shame Legacy, deberemos huir. Nuestro protagonista no mata a los enemigos. Tan solo los deja inconscientes por unos instantes. Luego se levantarán y seguirán yendo a por nosotros si no salimos escopetados. Eso sí, deberemos usar unos brebajes para rebajar el nivel de miedo. Eso sí, están repartidos por los escenarios y no se pueden almacenar para luego.

El sistema de sigilo es mejorable

Se nota que Shame Legacy es un juego hecho con mimo pero faltan recursos. El sigilo funciona de manera irregular. A veces pasaremos entre dos enemigos y no nos verán ni nos oirán. Pero otras, con asomarnos por una esquinita, ya nos habrán reconocido e irán a por nosotros. Es una variabilidad que no da fiabilidad a la hora de jugar. Todo ello controlando el miedo que le dan al protagonista algunos enemigos que le harán entrar en pánico y olvidar el sigilo.

A nivel gráfico Shame Legacy cumple sin destacar en nada. Es cierto que los ambientes y paisajes están bien recreados. Aunque las texturas no tienen una gran calidad y son más toscas de lo que deberían en un juego de esta generación. A nivel sonoro también cumple y nos mete de lleno en el terror psicológico. Eso sí, el título viene traducido mediante texto y eso se agradece. Nos enteramos bien de la historia.

Shame Legacy es un título de terror en donde deberemos huir de una secta. Un hombre despierta en medio del caos y descubrirá cosas horribles. Adrenalina a tope, sistema de sigilo y posibilidades escasas de defensa. Eso nos ofrece este título que llega ahora en formato físico y que dura unas 3 o 4 horas. Sin duda un juego para esas noches oscuras si quieres pasar terror. Meridiem nos lo trae en una edición genial para coleccionistas y amantes del survival horror.

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