La casa Guinness, la ficción recién llegada a Netflix sobre la poderosa familia que dio nombre a la afamada cerveza, no tiene, por el momento, confirmada una segunda temporada. No obstante, tanto su final como el interés de su creador, Steven Knight (también responsable de la exitosa Peaky Blinders), hacen presagiar que una nueva entrega podría acabar recibiendo la luz verde tarde o temprano.
Cuando, durante una ronda de preguntas y respuestas, Knight fue preguntado sobre si haría una segunda temporada, este se mostró más que convencido. «Sí, por supuesto. Vamos a hacer la segunda temporada, y la tercera, y la cuarta», aseguró, según recoge Irish Mirror. «Sí, por supuesto, vamos a hacerlo hasta llegar a la década de 1960», añadió.
La primera temporada de la serie se ambienta en Dublín y Nueva York del siglo XIX, partiendo de la muerte del patriarca de los Guinness, en 1868, tras la cual sus cuatro hijos deben hacerse cargo del futuro de la cervecería. Knight ya adelantó su deseo de expandir la ficción en una entrevista concedida a ScreenRant, en la que admitió que «en un mundo perfecto» le gustaría llevarla «hasta el siglo XX», aunque sin dejar de mencionar que «esas cosas no se han anunciado, no se han decidido».
Lo que está claro es que el creador de la ficción ve suficiente potencial en la historia de los Guinness como para sacar adelante varias temporadas. «Si echas un vistazo rápido a la historia de la familia Guinness, verás que no paran de crear dramas. Siguen cometiendo los mismos errores. Siguen haciendo cosas maravillosas. Así que sí, hay material suficiente para mantenernos ocupados hasta el final», señaló.
Profundizando sobre la documentación que llevó a cabo sobre la familia Guinness, Knight apuntó en declaraciones a Netflix que, obviamente, no existen «páginas en Facebook ni Instagram» en las que basarse para construir a los personajes y el relato. «Lo que tuve que hacer fue tomar las cosas que hicieron los miembros de esta familia, las cosas que dijeron, los logros que alcanzaron, los errores que cometieron, y utilizarlos como puntos de partida. Luego tuve que llenar los vacíos yo mismo», explicó, dejando clara la combinación de hechos históricos con ficción.