Save the Children lanza ‘Casarse no es un juego’, la campaña para proteger 1 de cada 5 niños del matrimonio infantil

Redacción

Save the Children ha lanzado la campaña ‘Casarse no es un juego’ objetivo de visibilizar las consecuencias del matrimonio infantil que amenaza a 1 de cada cinco niñas en el mundo.

Cada año, según datos de la ONU, alrededor de 12 millones de niñas en el mundo son forzadas a casarse antes de cumplir los 18 años, con 2 millones de ellas contrayendo matrimonio antes de los 15 años.

Save the Children ha recordado que el matrimonio infantil es una de las formas «más devastadoras de violencia de género y violación de los derechos humanos. «Esta práctica les roba la infancia, interrumpe su educación, las expone a violencia y las condena a embarazos precoces con graves riesgos para su salud y bienestar», ha explicado Alicia Moreno, directora de comunicación en Save the Children.

Si se tiene en cuenta el progreso conseguido en la reducción del matrimonio infantil, se tardarían 300 años en erradicarlo, según la organización. En Asia meridional se ha logrado los mayores avances en la reducción del matrimonio infantil, pero sigue siendo la región con mayor número de casos. Casi el 45% de todas las niñas y mujeres que se casaron antes de los 18 años viven allí, y un tercio del total mundial se concentra en la India.

En África Occidental y Central, así como en América Latina y el Caribe, la prevalencia del matrimonio infantil permanece estancada y por encima del promedio global, con tasas del 33% y 23% respectivamente.

EL CLIMA, NUEVO DETONANTE DEL MATRIMONIO INFANTIL

En los últimos años, el progreso conseguido hacia su erradicación corre peligro. El aumento de la pobreza, los conflictos armados y la crisis climática están incrementando la vulnerabilidad de millones de niñas. Además, en épocas de crisis, la violencia de género aumenta y es probable que las familias decidan no enviar a sus hijas a la escuela u*obligarlas a casarse*para evitar esa violencia o asegurarse de que otra familia las mantenga.

Save the Children, en el informe Girlhood de 2023, mostraba como aproximadamente 2 de cada 3 matrimonios forzados de niñas tienen lugar en las regiones con un alto riesgo climático, como Sudán del sur, Burkina Faso, Etiopía, Bangladesh, Mali, Malaui, entre otros. Los fenómenos climáticos extremos, como inundaciones y sequías, también implican la pérdida de las cosechas, que se traducen en una disminución en los ingresos de las familias. Y para sobrellevar la situación económica, toman la decisión de casar a sus hijas.

Níger, con un 76% de niñas menores de 18 años obligadas a casarse, es el país con más casos de matrimonio infantil. Seguido de República Centroafricana y Chad con un 61% ambos países según el informe de Naciones Unidas. «Estos datos nos demuestran que todavía queda mucho trabajo por hacer, que es fundamental que se aprueben políticas públicas que lo condenen y que se garantice el acceso a la educación, porque constituye el principal motor de desarrollo y empoderamiento para estas niña», ha comentado Moreno. El cierre de escuelas aumenta, además, el riesgo de que las niñas contraigan matrimonios forzosos.

En el caso Kpemeh, de 15 años, sus padres dejaron de pagar las tasas del colegio para que accediera a casarse. «Sabía que no estaba preparada, que quería seguir formándome y convertirme en enfermera», dice esta niña desde Sierra Leona.

Kpemeh consiguió el apoyo de su prima, Kuji, que es una de las líderes del programa de Save the Children, llamado ‘Fin al matrimonio infantil’, con el que las propias niñas de las comunidades son las que alzan la voz contra esta práctica y el embarazo precoz, y anima a todas las niñas a reportar casos de matrimonio infantil y a regresar al colegio.

«La infancia no es solo una etapa. Es un espacio, donde se ríe, se corre. Y donde sobre todo se juega. Es ahí donde una niña se siente libre, segura, viva. Pero a veces, el juego se detiene. Y con él, se detiene algo más: su risa, su voz, su infancia», dice Moreno.

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