Resident Evil Village Análisis – La octava esencia de los videojuegos

Nacho Pérez

Resident Evil empezó siendo una saga de zombis en el que un virus asolaba una parte de Estados Unidos. Comenzaba desde una mansión, llegaba a una comisaría y se expandía por todo Racoon City. Ya a partir de la cuarta entrega se dispersaba por todo el planeta, desde España hasta Japón. Capcom cambiaba la fórmula ajada en 2017 cuando en su séptima entrega daba un giro tanto de cámara como de guion. Y ahora se cierra esta historia con Village. Nos lo trae Koch Media y nos parece uno de los mejores títulos del año.

Lo visto hasta la salida del juego había sorprendido a propios y a extraños. En Resident Evil Village viajaremos hasta un entorno muy similar a de la cuarta entrega. Un escenario rural situado en la lejana Rumanía. Hasta allí viajan Ethan Winters protagonista de la anterior entrega, junto a Mia y a Rose, su esposa y recién nacida hija respectivamente. Y aquí comenzará una historia llena de detalles que te va a dejar alucinando y haciéndote preguntas.

Pero no vamos a desvelarte nada. Todo lo vas a descubrir tú solo. Lo único que podemos decirte es que es un guion que vas a disfrutar de principio a fin y que nada es lo que parece en este nuevo título de Resident Evil. Como buena secuela directa de la séptima entrega, este Village nos volverá a colocar en al piel de un personaje en primera persona. Tendremos que ir recorriendo escenarios con puertas cerradas, atajos y puzles, al más puro estilo de la saga.

Resident Evil Village mezcla elementos de gran manera

Hay algo que destaca en Resident Evil Village y que no habíamos visto en el juego. Capcom ha tenido unos años para hacer propuestas distintas a lo que estábamos habituados. Vamos a tener muchas situaciones distintas que nos harán tener que adaptarnos. Aunque los desarrolladores dijeron que no habría tanto terror como en RE7, es cierto que hay zonas en donde no lo pasaremos nada bien. También tendremos luchas, resolución de acertijos, búsqueda de llaves… Y mucha, mucha diversión.

Los escenarios pasan por diversos lugares, desde el castillo decimonónico en donde vive la tenebrosa y gigante Lady Dimitrescu y el resto de sus amigos, hasta la aldea plagada de unas criaturas extrañas que pasan por ser una mezcla entre muertos vivientes y salvajes. Por supuesto que vamos a estar solos y sin apoyo en este título. Pero siempre podréis encontrar al gordito llamado Duque que os venderá ventajas para las armas y mejoras tanto de inventario como de recetas para fabricación.

El inventario ha sufrido un ligero cambio que apuesta por la simplificación de las cosas. Ya no guardaremos todo en el inventario, así que habrá más espacio para armas e ítems de curación. Los tesoros, objetos clave y de venta se guardarán aparte. Así no estaremos rezando. Y aunque veáis que vais escasos de dinero, ciertos enemigos darán ítems que se pueden vender. También los monstruos finales sueltan estos regalitos.

Tiene conexión con la historia original

Otra simplificación se ha producido en el escenario, que ahora no es tan enrevesado como en otras entregas. Sí que habrá momentos en donde daréis alguna vuelta de más buscando por dónde debéis ir. Pero no llevará mucho tiempo hasta encontrar el camino correcto sin dar más vueltas de lo necesario. Es bastante más guiado de lo que eran otros Resident Evil. Como decíamos, se mezclarán momentos de lucha y tensión con otros ratitos de búsqueda de ítems y de caminos.

Siempre el ritmo se entremezcla para que no nos aburramos ni nos estresemos en exceso. Eso sí tenemos que decir que el juego puede llegar a durar unas 10 horas si vais con calma y explorando cada lugar. Esto significa que para los que busquen una entrega larga, se van a decepcionar. Pero también es cierto que es tan intenso que os lo vais a pasar pipa. Y cuando lo hayáis pasado podréis volver a rejugarlo. Y es que esa es una de las grandes bazas de Resident Evil Village. Habrá mejoras postgame, desafíos y más cosas que nos harán querer seguir jugando para cumplir con todo lo que hay tras terminar la primera vuelta.

Y si solo pensáis que hay historia, nada más lejos de la realidad. Una vez hayáis terminado el título de Resident Evil Village, podréis disfrutar del modo mercenarios, que son hordas de enemigos a los que abatir en un tiempo determinado. Es un modo diferente y más corto ideal para variar cuando nos hartemos de Lady Dimitrescu y sus secuaces.

Resident Evil Village es muy divertido

Gráficamente Resident Evil sorprende bastante. Todo lo que tiene que ver con la gestualidad y las expresiones de los personajes está a muy alto nivel. Todos los escenarios y personajes tienen mucha personalidad y un modelado espectacular. Los escenarios tanto la villa como el castillo están hechos para deleitarse con cada rincón. Además, en consolas de nueva generación el juego rinde con total fluidez y no hay ningún tipo de caída de frames.

En un juego de terror lo que más importa es el sonido y en Resident Evil Village esto no decepciona. Es muy recomendable el jugarlo tranquilo y con unos auriculares, porque el sonido nos pone lo vellos de punta. Y por destacar algo en este gran nivel, es el doblaje, increíblemente bueno y en español.

Resident Evil Village es la octava esencia del mundo de los videojuegos. Es un título que es increíblemente divertido. Aporta un montón de novedades y variación de situaciones que nunca va a hacer que te aburras. No cae en el aburrimiento y en la repetición de acciones. Tampoco nos da tiempo, porque el ritmo es muy alto y en menos de lo que pensamos, estaremos terminándolo. Tiene una gran parte rejugable. Capcom y Koch Media han hecho un gran trabajo y nos traen el que es, por ahora, el mejor juego de 2021.

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