Podemos achaca a Vox de predicar un discurso de odio y privilegios alejado de la España real

Redacción

Unidas Podemos ha utilizado este miércoles su turno en el debate a la moción de censura contra el Gobierno para acusar a Vox de ofrecer un proyecto de odio, basado en defender los privilegios de unos pocos, ciego a la violencia machista e incluso a la ciencia que avisa del cambio climático y, sobre todo, alejado de la España real a la que dice defender.

«Se da la paradoja de que quieren gobernar un país del que no les gusta prácticamente nada: ni sus lenguas, ni sus pueblos, ni su diversidad, ni sus culturas, ni sus barrios ni sus gentes», ha dicho en la tribuna la diputada Sofía Castañón, una de las cuatro mujeres del Grupo Confederal que han tomado la palabra para expresar su rechazo a la moción de Vox. «Su receta para España es autoritarismo y cerrar bien los ojos a todo lo que les molesta», ha señalado Aina Vidal, de En Comú Podem.

Para Roser Maestro, de IU, los diputados de Vox «dicen defender lo que realmente odian». «Odian a la España que madruga y la quieren condenar una vida indigna, a los trabajadores, a las mujeres a las que relegan a trabajos domésticos y de cuidados, a nuestros mayores que pretenden que cobren pensiones de miseria», a los españoles de las nacionalidades, que hablan lenguas tan españolas como el castellano», ha dicho.

La primera en intervenir ha sido Lucía Muñoz, que ha comenzado acusando a Santiago Abascal de negar la realidad de la violencia machista y ha cuestionado que él o sus compañeros de partido «hayan sentido nunca el aliento en la nuca de la precariedad, encadenar durante más de una década contratos temporales, no poder emanciparse, no poder permitirse formar una familia o vivir en la exclusión social», que es la «realidad de cientos de miles de jóvenes y familias».

Muñoz ha definido la propuesta de Vox como una «moción de destrucción» contra un Gobierno que, ha dicho, se ha propuesto reconstruir el país con equidad y con derechos sociales y ha avisado de que, en realidad, servirá «para señalar desde aquí a sus adversarios y enemigos políticos, y esperan que sus escuadristas actúen violentamente en las calles y los barrios».

«EL ‘AFTER’ DE LA DEMOCRACIA»

Para esta diputada, Vox «da miedo» porque «reivindica el odio y la violencia como algo propio», lo que le sitúa «en el fascismo, y a sus socios PP y Cs como cómplices». Muñoz ha respondido a los abucheos y gritos de Vox acusando a este partido de minar la dignidad de la cámara y convertir «a la sede de la soberanía nacional en el after de la democracia».

Para Castañón, la moción solo pretende «camuflar» la «vagancia» de Vox y su falta de propuestas en el Congreso: «dejen de tapar con banderas sus privilegios y su odio, dejen ese juego de humo y espejos, que son las banderas con las que buscan tapar sus vergüenzas».

Esta diputada ha comenzado leyendo los nombres de varias mujeres ilustres de la Segunda República, ha reivindicado a sus parlamentarios como sus herederos y ha remarcado que, aunque le pese a Vox, España camina hacia el horizonte de una república feminista.

«A mí que no me obliguen a ser solidario. A mi hijo que no le eduquen en diversidad. Que respeten mi derecho al odio y la ignorancia. Que no me toquen un solo privilegio. Y que no me vengan con el cambio climático», ha recitado la diputada, que acto seguido ha proclamado el orgullo de construir un «país de países» y donde no tenga cabida el odio.

«EN NUESTRO MIEDO MANDAMOS NOSOTRAS»

La tercera en intervenir ha sido Aina Vidal, a quien todo el flanco izquierdo de la Cámara ha recibido con una ovación tras estar meses ausente por un cáncer. La diputada ha acusado de Vox de aprovechar un momento de miedo e incertidumbre por la pandemia para tratar de infundir miedo, generar crispación y «envenenar los cerebros». «Pero en nuestro miedo mandamos nosotras», ha avisado.

Así, ha reprochado que, frente a un Gobierno que apuesta por solidaridad, igualdad, derechos humanos, servicios públicos, eecologismo, el feminismo y la desprecarización, ha surgido la «revuelta de los cayetanos».

«La revuelta del egoísmo salió a decir que ellos no ayudan. Claro, ellos no tienen miedo de que se sature la sanidad pública», ha espetado la diputada. «Mientras los trabajadores de la Nissan se organizaban para defender sus empleos, Vox alentaba revoluciones con palos de golf», ha acusado también.

Vidal ha retratado a un Vox «ciego» ante la diversidad, la precariedad, la ciencia, las demandas de las mujeres, la Europa democrática», a los números de la fiscalidad y a la ilustración y el progreso, y ha tachado de «vergüenza» y «violencia insoportable» la recurrente mención de Vox a «estercoleros multiculturales».

La diputada ha levantado también los aplausos de su bancada recordando a la ex diputada Andrea Fabra, por haber pronunciado en la cámara las palabras «que se jodan», porque cree que ahora serían aplicables a «Parla, Vallecas o Usera, por trabajadores, por pobres», a quienes reclaman respiradores, médicos y rastreadores, o a Largo Caballero.

MEMORIA HISTÓRICA

En la memoria histórica se ha centrado la cuarta interveniente, Roser Maestro, de IU, que ha dicho a Abascal que leer los nombres de todas las víctimas de «cuatro décadas de terror» franquista llevaría meses. A su modo de ver, lo que el molesta a Vox de esta ley es «la verdad», porque son «herederos ideológicos» del franquismo.

Maestro ha pedido que se deje de «insultar la inteligencia de los españoles tratando de equiparar a víctimas y verdugos» y se ha declarado orgullosa de pertenecer al Partido Comunista de España porque contiene dos términos que, según ha dicho, Vox odia: Comunista y España.

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