Seguro que se ha oído hablar del nuevo tratamiento de ondas de choque para la disfunción eréctil, pero no se está seguro de en qué consiste. Este nuevo tratamiento representa un gran paso adelante porque es el primero en atacar la raíz del problema, que en la mayoría de los casos es la falta de suministro de sangre debido a la aterosclerosis (estrechamiento de las arterias). A diferencia de otros tratamientos sintomáticos que solo funcionan durante la aplicación (píldoras, cremas, inyecciones o aspiradoras), los efectos de la onda de choque duran mucho después de todas las sesiones. Existe, por tanto, una potencial posibilidad de «curar» la disfunción, siempre que se combine con otros tratamientos, siempre recomendados por un especialista.
¿Qué son las ondas de choque?
Las ondas de choque se han utilizado durante mucho tiempo en urología, especialmente para tratar cálculos renales. Este mismo principio físico, pero con ondas de choque de baja energía y alta frecuencia, ahora se usa en el tratamiento de la impotencia. El principal mecanismo por el que actúa la onda de choque es la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tejido eréctil y la mejora de la relajación endotelial. Desde 2010 hasta ahora, los buenos resultados han sido confirmados por varios autores y, en los últimos años, con suficiente evidencia científica, las Sociedades Científicas Internacionales de Urología y Andrología han aprobado este método de tratamiento y lo han incluido en sus guías clínicas.
¿Cómo se aplican las ondas de choque?
La terapia de ondas de choque se divide en varias sesiones. Existen diferentes protocolos con ligeras diferencias según el dispositivo, pero por regla general, las ondas de choque se aplican en sesiones de 15-20 minutos, una vez a la semana, durante 5 semanas. Después de un mes, se realiza una evaluación de control. Durante cada sesión, las ondas se aplican primero en la parte superior de la parte íntima en ambos lados y luego en la parte inferior del escroto, donde se encuentra la base de los cuerpos cavernosos. De esta forma, la onda de choque cubre toda la longitud del tejido eréctil. El tratamiento es corto e indoloro y no requiere ningún tipo de analgésicos, analgesia o anestesia. Tampoco hay necesidad de admisión o un período de prueba después de cada sesión. El paciente llega puntual a la cita, se aplica la ola y se va a su casa.
¿Quién puede y quién no?
La terapia de ondas de choque es útil en la disfunción vascular, es decir, cuando las arterias de la parte íntima están dañadas por factores de riesgo vascular (tabaco, hipertensión arterial, colesterol, diabetes, obesidad, sedentarismo y estrés). Todos estos factores conducen a la aterosclerosis y al estrechamiento de las arterias de todo el cuerpo. El tratamiento es ineficaz y, por tanto, no se recomienda en casos de disfunción de origen neurológico (p. ej., lesión medular), hormonal (por déficit de testosterona), fuga venosa o en casos de origen psicógeno (hombres jóvenes con un alto componente de disfunción eréctil, ansiedad relacionada con la actividad sexual). Además, no se puede esperar una mejoría si la afección es muy grave y no responde a los medicamentos orales. Esta reacción, aunque pequeña, es una buena señal de que hay tejido eréctil viable y es probable que mejore. Su profesional médico decidirá si cada persona es una buena candidata para el tratamiento.
¿Cuáles son los resultados obtenidos con ondas de choque?
La intensidad de la disfunción se mide de acuerdo con un cuestionario internacional llamado IIEF. Los diferentes estudios publicados comparan la puntuación obtenida en el IIEF antes y después del tratamiento y dan a las ondas de choque una mejora media de 7 a 9 puntos en este índice (puntuación máxima 25 cuando la función eréctil es completamente normal). Según el grado de gravedad del que se parte, la mejora en la puntuación del IIEF se puede traducir clínicamente en dejar de tomar medicamentos orales, tomar dosis más bajas de medicamentos y pasar de ser un mal respondedor a un medicamento oral a ser un buen respondedor.
Cuando los estudios evaluaron estos beneficios, encontraron que la tasa de respuesta positiva a la terapia de ondas de choque era del 75 al 80 %. La respuesta se mantuvo después de 6 meses de tratamiento. Es decir, la mayoría de los pacientes mejoran notablemente sus erecciones y lo hacen de forma regular a medio plazo. Actualmente, se están realizando estudios a largo plazo.
¿Las ondas de choque causan dolor o efectos secundarios?
No. Las ondas de choque causan una sensación de hormigueo cuando se aplican, pero no causan ningún tipo de dolor.
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