Netflix ha cancelado una de sus series recientes con mejores datos de audiencia, Aguas turbias (The Waterfront), que no continuará con una segunda temporada. Tras haber estrenado una sola entrega el 19 de junio, la ficción concluye de forma prematura pese a haber entrado en el ranking de las 10 series más vistas en inglés en Netflix durante más de un mes.
Según informa Deadline, el drama creado por Kevin Williamson (Scream, Sé lo que hicisteis el último verano) queda cancelado apenas dos meses después de su lanzamiento, a pesar de un arranque sólido en audiencia. El proyecto debutó en el nº1 del ranking de streaming de Nielsen en su primera semana, pasó cinco en el Top 10 global de series en inglés de Netflix y lideró aquel listado en tres de ellas.
La cancelación no obedece a falta de rendimiento inmediato, pero sí a un listón cada vez más alto para renovar títulos producidos por terceros (en este caso Universal Television) y a métricas internas que Netflix pondera más allá del primer impacto. Ni la plataforma de streaming ni el estudio han ofrecido comentarios detallados por ahora.
Basada en hechos reales, Aguas turbias seguía a los Buckley, una familia al frente de un imperio pesquero en declive en la costa de Carolina del Norte que se veía obligada a cruzar líneas morales para sobrevivir. En el reparto figuraban Holt McCallany, Melissa Benoist, Jake Weary y Maria Bello, entre otros
«Muchísimas gracias a todos los que vieron Aguas turbias. Aunque me entristece que los Buckley no vuelvan para la segunda temporada, celebro la alegría que me dio la primera. Tuve el placer de trabajar con un elenco y un equipo de ensueño. Estoy profundamente agradecido con todas las personas que aportaron su talento a la serie», escribe Williamson en su historia de Instagram respecto a la cancelación de Aguas turbias.
Quien también ha recurrido a su cuenta de Instagram para despedirse es Humberly Gonzalez, que interpreta a Jenna Tate en la serie: «Tantos recuerdos bonitos, una experiencia increíble y vínculos formados. No siempre tenemos la oportunidad de continuar ciertas historias, pero eso no quita lo que hemos compartido».
En sus primeros cuatro días la serie sumó 8,3 millones de visualizaciones, cifras comparables o superiores a otras producciones que sí han logrado renovación en el último año. Aguas turbias es solo el último ejemplo de una serie con una gran audiencia que se ve interrumpida abruptamente, pues a principios de año Netflix tomó decisiones similares con otras dos series que entraron en su Top 10: el drama médico Pulse y la serie de misterio The Residence.