Un joven conductor murió congelado en la Autopista de Kolymá, conocida popularmente como la carretera de Los Huesos, en la región rusa de Siberia, donde las temperaturas descienden hasta los -50 grados, tras hacer caso de las indicaciones de Google Maps.
Sergey Ustinov, de 18 años, murió después de que la calefacción de su coche fallara mientras avanzaba por un camino equivocado que le indicó la aplicación informática. Según su acompañante, Vladislav Istomin, utilizaron un camino cerrado al tráfico desde hace 70 años. Tras recorrer unos kilómetros, no pudieron avanzar más y se quedaron atrapados en medio de la nieve en uno de los lugares más fríos del mundo.
Allí, según medios internacionales, descendieron del vehículo, quitaron una de las llantas y la quemaron con la intención de mantenerse calientes. Sin embargo el conductor murió e Istomin fue encontrado en estado grave debido a las extremas temperaturas.
«Los jóvenes trataron de mantenerse calientes y quemaron un neumático, pero aparentemente no pudieron hacer un gran fuego al no poder quitar el resto de las ruedas», afirmó Nadezhda Dvoretskaya, encargada de la investigación.
