‘Marand Musical’ la escuela de jóvenes talentos que ha colaborado con ‘El Rey León’, ‘Anastasia’ o ‘Annie’

Paula Herrero

Hablamos con Carmen Márquez y Pilar Andueza, emprendedoras y responsables de ‘Marand Musical’, la escuela de enseñanza de Artes escénicas, Teatro Musical, Danza, canto y música que prepara a sus alumnos para musicales como ‘El Rey León’, ‘Anastasia’, ‘Annie’ o ‘El Médico’.

¿Cómo surgió la idea de abrir la escuela?

Tenemos dos escuelas: una en Carabanchel y otra en Embajadores. La primera fue la de Carabanchel, que la abrimos hace 18 años. Y, el año pasado, justo antes del confinamiento, abrimos la segunda.

En Carabanchel abrimos en el año 2003. Estaba demasiado llena, había mucha gente de otras ciudades que quería venir, por lo que queríamos buscar una ubicación que estuviera mejor conectada, con estaciones de tren o autobuses. Encontramos un local en la calle Embajadores y abrimos la nueva sede. Recibimos mucha gente de Ciudad Real, Alcalá de Henares, Cuenca, de Guadalajara… para ellos es mucho más cómodo venir en tren.

La segunda escuela la habéis abierto justo antes del Covid…

No sabíamos que iba a pasar lo que sucedió. Lo decidimos en octubre por la necesidad de atender a personas de otras ciudades que no cabían en la antigua escuela. En enero terminamos la obra, abrimos en febrero y en marzo nos confinaron.

¿Cómo habéis replanteado los cursos con la pandemia?

Durante el confinamiento los alumnos han estado recibiendo clases pero no tenían que pagar la mensualidad. Lo que hicimos fue atenderlos a todos vía Zoom, hacer con ellos actividades y darles clase, pero no con la intención de montar material nuevo, sino de no dejarles solos y de mantener lo que ya habíamos hecho hasta ese momento del curso: la rutina, que no dejasen de bailar, de cantar. Nos ejercitábamos con ellos todas las semanas, aunque no es lo mismo que las clases presenciales.

Hemos implantado muchas medidas de seguridad y acude entre el 80% y 90% del alumnado. Nos hemos visto beneficiados porque la escuela lleva muchos años y los padres tienen mucha confianza en nosotros. El hecho de tener las dos escuelas nos ha permitido duplicar el espacio. Hemos dividido el alumnado entre las dos academias.

Tras la pandemia, ¿habéis notado algún descenso en el rendimiento de los alumnos?

Sí que lo hemos notado. Están más dispersos. Se les nota que no se desfogan en los recreos del colegio Tienen más ganas de jugar y de relacionarse con sus compañeros. Es importante que los chicos y chicas puedan hablar y relacionarse entre ellos.

¿Qué os diferencia de cualquier otra academia? ¿Cómo es la forma de trabajo?

Nuestra escuela está muy orientada a los jóvenes. Nuestro valor diferencial es el equilibrio entre la disciplina y el divertimento. Los alumnos se lo pasan muy bien, pero en realidad es un entorno muy profesional y ellos no lo notan.

Otro aspecto que intentamos fomentar es el compañerismo. Muchos han actuado en musicales profesionales y otros esperan su oportunidad. Intentamos que todos puedan participar y rebajar los egos.

De todos los niños que acuden a la escuela, habrá niños que busquen un entretenimiento pero hay otros que tengan vocación, ¿qué señales detectáis en los niños para saber lo que realmente quieren?

A todos se les da la misma formación. El que quiera utilizarla de manera profesional está preparado y el que no, se lo pasa bien y aprende. Lo primero que detectamos es el interés y sus aptitudes, aunque siempre les preguntamos por sus inquietudes. Cuando nos llama una productora y nos pregunta si hay algún niño para trabajar en un musical o una serie, estudiamos el perfil y detectamos quién está preparado para las pruebas de casting. También hay muchos con talento natural, pero son sus padres los que tienen la última palabra, algunos no ven conveniente que sus hijos entren en una dinámica profesional a una edad tan temprana. La idea es que todos los niños reciban la misma formación. Unos la utilizan profesionalmente y otros no. Nosotros nos adaptamos al ritmo de cada uno. Si un alumno quiere actuar se le exige más, pero siempre dentro del mismo grupo.

¿Cómo compaginan el baile con los estudios?

Normalmente no tienen problemas, la mayoría saca muy buenas notas. Para actuar en un musical deben haber aprobado todas las asignaturas en la escuela, es un requisito que nos exigen desde las compañías, además de presentar un certificado del colegio que debe ser renovado cada tres meses. Por ejemplo, en ‘El Rey León’ disponen una ‘nanny’ que les prepara y dedican un tiempo a sus obligaciones como estudiantes.

Están acostumbrados a organizarse desde pequeños porque tienen muchos ensayos, grabaciones…saben que lo primero es el colegio.

¿Qué cualidades ha de tener un alumno para que se fijen en él?

Las productoras publican una convocatoria de casting o nos llaman directamente. Nos explican el perfil que necesitan y nosotros preparamos a varios para que ellos elijan. Las características de cada niño dependen de cada producción. En cada una piden cosas diferentes, pero normalmente tienen que tener un alto nivel de canto, de interpretación y de baile. Luego cada musical tiene algo específico. Por ejemplo, en ‘Anastasia’ les pedían saber ballet. En ‘El Rey León’ tenían más interés por la interpretación y la voz. En el musical de ‘Annie’ tenían que saber bailar. Dependiendo de cada producción buscan una de las tres disciplinas, pero de todas deben cumplir unos mínimos.

¿Hay mucho nivel de exigencia por parte de los padres? ¿Os habéis encontrado algún caso en el que se busque un interés comercial por parte de los progenitores?

Nos hemos encontrado con algún caso, pero luchamos contra ello. Nos interesa que los niños formen parte en producciones de manera puntual, no queremos que sea una constante en su vida, tienen que vivirlo como una experiencia para que luego se sigan formando y lleven la vida de un niño normal. Intentamos que todos participen y no siempre los mismos.

Los estudiantes más jóvenes, ¿encuentran una motivación para dedicarse al espectáculo en el futuro o les resulta difícil por la dedicación que implica y acaban abandonando?

Cuando son pequeños no. Al crecer deben elegir cuál será su destino. Muchos lo dejan y continuan con otras disciplinas, completamente alejados de los escenarios.

¿Con trabajo y esfuerzo se puede lograr un buen lugar en el mundo del baile/espectáculo o hace falta algo más?

Trabajo, esfuerzo y talento. El talento sobre todo en niños que acaban de llegar y no nos ha dado tiempo a formarles. Hay niños que lo tienen en su ADN, pero no significa que sean los únicos que valen. Hay otros que cuando les enseñas llegan a tener talento. La ilusión y las ganas también son importantes. Aunque es un mundo muy disciplinado, los niños disfrutan y aprenden a vivir con ello.

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