Luis Rubiales no se disculpa con Jenni Hermoso: «No se trata de eso, lo que pasó es malo para todos»

Redacción

El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, evitó disculparse con la delantera Jenni Hermoso por el beso que le dio tras la final del Mundial, resaltando que «no se trata de eso» y que «lo que pasó es malo para todos» e insistiendo en que fue consentido y «sin ningún contenido sexual», y que siempre ha mantenido «la misma versión».

«Lo que pasó es malo para todos», respondió Rubiales cuando Piers Morgan le preguntó si se disculparía directamente con Jenni Hermoso en su entrevista en ‘Talk Sport’ emitida íntegramente este martes. «Jenni me levantó y tuvimos ese beso fugaz, de dos décimas de segundo, pero lo que se creó a partir de ahí es una locura. Así que lo que me queda es defender mi dignidad, no se trata de eso (disculparse), se trata de humildad», añadió.

«Lo que me queda es defender mi dignidad y me defenderé con mis argumentos. Tengo humildad para pedir perdón, pero yo no he cambiado mi versión de lo que pasó, he tenido la misma desde el principio», recalcó el exmandatario de la RFEF.

Este insistió en que el beso fue consentido por la madrileña. «Lo que hubo es un acto espontáneo, mutuo y que ambos consintieron, que fue llevado por la emoción del momento, la felicidad. Yo sostengo que esa es la verdad de lo que pasó», recalcó.

«Esto ha resultado ser una bola de nieve creada por argumentos y personas falsas. Mis intenciones eran nobles, entusiastas, cien por cien no sexuales. No hubo ningún daño, ningún contenido sexual, ninguna agresión, nada de eso. Como presidente, una vez más, diré que el significado del beso para Jenni habría sido exactamente el mismo que un beso para una de mis hijas. Entre amigos y familiares, eso es muy, muy común», subrayó el andaluz, que aseguró que habría hecho lo mismo si hubiese tenido enfrente un hombre porque ya lo hizo cuando era «jugador» y «más de dos décimas de segundo».

Rubiales sí reconoce que, como ha dicho «desde el principio», cometió «un error» por el que ya pidió «disculpas de manera sincera». «Estaba muy contento, me sentía como un jugador más. Me he disculpado sin reservas, esa no es la actuación del presidente de una federación porque un presidente no puede comportarse de esa manera en el palco. Sí, un presidente puede dar un abrazo, pero tiene que actuar de una manera más diplomática y más fría», apuntó.

El expresidente de la RFEF dejó claro que quiere «mucho» a sus hijas y que está «muy orgulloso» de ellas porque han estado «muy cerca» de él y que habló con ellas y con su padre. «Algunos amigos muy cercanos me dijeron, Luis, ahora tienes que concentrarte en tu dignidad y continuar con tu vida, porque si no, probablemente vas a dañar a la gente que amas y al deporte que amas», remarcó.

Sobre su renuncia como presidente, dejó claro que tuvo que «soportar mucho durante estas tres semanas» y que no se trataba únicamente de una «cuestión» suya. «Una actitud mía puede afectar a terceros. En esta situación ahora es lo más inteligente y lo que tenía que hacer», expresó.

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