Siempre ha sido uno de los rostros conocidos jóvenes de este país que más discretos han sido con su vida privada. Lucía Rivera ha seguido el ejemplo de sus padres y no quiere ser protagonista de noticias que tengan ver con su vida sentimental o privada. Todo lo que hemos sabido de ella ha sido porque lo ha confesado a través de sus redes sociales o a través de sus artículos en ‘La Vanguardia’.
Lucía ha sido perseguida en los últimos meses debido a la noticia de la separación de su padre, Cayetano Rivera y Eva González. Siempre en su sitio y haciendo alarde de su educación ante las cámaras, se defendía como podía y aseguraba que no iba a hacer ninguna declaración. Y así ha hecho también las veces que le hemos preguntado por su vida privada, como recientemente con su exnovio Nacho Méndez-Navia Fernández.
Era el pasado mes de abril cuando ambos se dejaban ver juntos en redes sociales y los rumores empezaba a saltar… y ahora, tal y como ha publicado la revista Semana hace unos días, la modelo ha terminado su relación con el jugador de fútbol del Real Sporting de Gijón.
La hija de Blanca Romero ha borrado de su perfil de Instagram todas las imágenes que tenía con el deportista. Una relación muy efímera y de la que ha trascendido muy poco ya que nunca han hablado abiertamente sobre ellos, aunque sí que sabemos que ha conocido a la familia de la modelo ya que sí que colgó stories juntos.
Lo mismo ocurrió cuando puso punto y final a su noviazgo con Marc Márquez. Durante todos los meses que duró la relación nunca habló más allá de la buena sintonía que había entre ellos, tampoco lo hizo cuando los dos decidieron tomar caminos diferentes.
La joven tuvo muchísima repercusión mediática a raíz de publicar un artículo en ‘La Vanguardia’ donde exponía la importancia de la salud mental y como había sufrido ella la ansiedad en algunos momentos de su vida. Una parte de su vida personal que nadie conocía y que hizo que muchos jóvenes se vieran identificados con ella por pasar por el mismo proceso.
Si hay algo que siempre ha caracterizado a la influencer es lo familiar que es, ya que a pesar de la separación de sus padres, siempre ha sabido cuidar estos vínculos. Muy unida con su madre, juntas han protagonizado viajes de ensueño y muchos proyectos laborales. Hoy, Lucía cumple 24 años, muy comprometida con su trabajo como modelo, superándose cada día y con muchos sueños qué cumplir.
