Like a Dragon: Infinite Wealth Análisis – El Yakuza más ambicioso y universal

Nacho Pérez

Like a Dragon: Infinite Wealth es la octava entrega de la saga Yakuza. Esta saga súper japonesa ha conseguido con sus últimas entregas hacerse un gran nombre en todo el Mundo. Y sobre todo desde que Judgement y los juegos posteriores vinieron traducidos, en España es un fenómeno de masas. Hemos tenido varios juegos de Yakuza estos últimos meses, pero todo venía a desembocar en el gran lanzamiento.

Ryu Ga Gotoku, Sega y Plaion se enorgullecen en presentarnos esta maravilla de juego llamada Like a Dragon: Infinite Wealth. La historia de Ichiban, protagonista del anterior juego y Kiryu, protagonista de la saga clásica. Ambos convergen en este título RPG que mantiene toda la esencia de la franquicia y la frescura del cambio de género. Pero para poder seguir fielmente la  historia, tendrás que haber jugado a los anteriores.

Piérdete por las calles de Like a Dragon

like a dragon

Y es que el título comienza algún tiempo después de Like a Dragon y Yakuza. Hace unos meses se estrenó el The Man Who Erased His Name, que nos contaba el camino de Kiryu desde la última entrega de Yakuza 6 hasta este Infinite Wealth. Así pues y sin caer en spoilers vamos a contar un poco del contexto del juego para que por vosotros mismos descubráis el resto: Ichiban, tras el final de su anterior entrega, ha encontrado trabajo honrado.

Pero su objetivo en su trabajo es reformar a exyakuzas que se han quedado en la calle. Y es que la ley de esta mafia les prohíbe tener nada en posesión durante 5 años al igual que trabajar. Así que siguiendo las motivaciones de su maestro, trabaja ayudándolos a tener una vida digna. Pero por cosas del azar, Ichiban en este Like a Dragon tendrá que viajar hasta la isla de Hawái. Lo que le lleva hasta allí y lo que pasa en tierras estadounidenses lo descubriréis vosotros poco a poco.

Un combate totalmente renovado

Y decimos poco a poco porque la narrativa de este Like a Dragon es muy lenta. No esperéis que vaya avanzando rápido. Es un juego para jugar calmado y con tiempo, porque para llegar de A a B, van a suceder una innumerable cantidad de cosas que irán llevándote por otro lado. Los giros de guion nos han parecido muy buenos y nos han dejado con la boca abierta. Pero también hay ciertas “justificaciones” de cambios que se cierran como un Deus Ex Machina.

El guion es una pasada y veremos muchas japonesadas, como es habitual en los Yakuza y Like a Dragon. El protagonista es Ichiban, pero el encuentro con Kiryu va a dar pie a muchas situaciones de todo tipo. Desde conversaciones a ver los distintos puntos de vista entre ambos. Además, el título busca rascar en nuestro corazoncito poniéndonos situaciones cargadas de emoción que nos conmueven.

En cuanto a la jugabilidad tenemos ante nosotros un juego prácticamente infinito si nos dedicamos a explorar. El combate de Like a Dragon sigue siendo por turnos, como un JRPG clásico. Sin embargo, tenemos algo de libertad ya que cada jugador tiene un campo de movimiento para posicionarse bien. Esto permite ser táctico y atacar a enemigos por la espalda o tirarlos contra otro enemigo o contra uno de nuestro grupo.

Los trabajos son las clases

También podremos usar armas del suelo y objetos acercándonos a ellos. Si nos colocamos cerca del enemigo conseguiremos un bonus de daño. Seguimos teniendo clases de personajes pero se encuadran en trabajos. Cada grupo lo configuras tú con esos trabajos y lo enfocas. Además con el combate y el radio de movimiento puedes afrontar las peleas de formas diferentes.

Al final no se queda en un plano JRPG por turnos este Like a Dragon, tiene su miga, ya que no será lo mismo atacar a un enemigo que se cubre de frente o atacarle por la espalda haciendo inútil su guardia. También Kiryu tiene un sistema especial de combate mezclando Yakuza clásico con los turnos de Like a Dragon.

Kiryu manejará tres posturas, una postura equilibrada, una rápida y una de fuerza. Dependiendo de cuál elijamos en cada ataque, así actuará. Esto lo valoraremos dependiendo de qué enemigo tengamos enfrente. También hay niveles y multitud de poderes y habilidades que usaremos en Like a Dragon para nuestro beneficio. Y también tendremos equipo y armas que mejorar.

Mucho equipo para mejorar

Conseguiremos fragmentos de materiales para poder construir o mejorar nuestras armas. Cada clase de personaje usará un distinto tipo de arma, así que podremos ir creándolas dependiendo de nuestras necesidades. Like a Dragon nos premia por explorar y hacer misiones secundarias, donde nos darán de vez en cuando un buen arma o buen equipo para nuestros personajes.

Y es que aunque Like a Dragon es un JRPG moderno, tiene su nivel justo de dificultad. Tendremos que mejorar a nuestros personajes y su equipo para afrontar según qué zonas. Nos lo indica el juego y hay cientos de actividades y combates por la ciudad para hacerlo. Hawái está plagado de historias secundarias la mar de divertidas. Siempre merece la pena parar de la historia principal y darse una vuelta por los bocadillos del mapa.

Muchas de estas mini historias conllevan minijuegos. Hay una cantidad innumerable de actividades por hacer, y no queremos desvelarlas. Pero tenemos desde que tener que llevar agua a gente con lipotimia a hacer fotos subidos a un trolebús. También hay una pequeña zona con recreativos y máquinas para jugar a juegos clásicos como Bass Fishing o Virtua Fighter. Y una gran cantidad de tiendas donde comprar equipo u objetos.

Un Yakuza fuera de Japón

No tenemos artículo para poner todas las actividades de este Like a Dragon que es casi infinito. Eso sí, repetimos que el juego es lento y que avanza de poco en poco. Que cuando parece que vas a por un objetivo, se cruza en tu camino un montón de inesperados sucesos que hay que resolver antes. Y tiene una buena cantidad de cinemáticas y diálogos. Pero si ya jugaste al primero, sabrás de lo que hablamos.

A nivel gráfico estamos ante un título que bebe del mismo motor gráfico que los títulos más recientes. Estamos ante un nuevo escenario, fuera de Japón y luce muy bien. Y los modelados de los personajes son realmente increíbles. También a nivel sonoro el juego está a muy alto nivel con melodías y un doblaje al japonés y al inglés soberbio. Y destacar fuertemente la traducción al español que es de lo mejor que hemos visto.

Like a Dragon: Infinte Wealth es sin duda uno de los mejores JRPG de los últimos tiempos. Es mucho más completo que su antecesor y nos cuenta una historia emotiva y que te va a remover por dentro. Un juego que también te hace reír con unos personajes súper carismáticos. Estamos hablando de que es uno de los juegos del año. Es un Must Have a tener muy en cuenta.

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