Ante la necesidad de tener un medio de transporte al alcance para llevar a cabo la rutina de todos los días, muchas personas optan por alquilar un vehículo.
En este sentido, existen plataformas que ofrecen excelentes coches, como Renting Car Fácil, donde se realizan acuerdos que permiten un renting para particulares más ventajoso, que ofrece la posibilidad de tener a disposición un automóvil sin financiación, sin entrada y sin preocupaciones, pagando una cuota mensual y con la oportunidad de cambiar de coche.
El renting para particulares y sus ventajas
El renting de coches para particulares busca ayudar a las personas a tener una movilidad cómoda y sencilla. Esta modalidad consiste en el alquiler de un vehículo, que puede cambiarse cada 6, 12, 36, 48 y hasta 60 meses, con una posible duración de hasta cuatro años mediante la contratación de este servicio. Así, tanto las empresas como los particulares pueden acceder a coches nuevos y seminuevos de manera fácil y segura, sin preocuparse por los impuestos del día a día y el mantenimiento del mismo.
Además, también existe la opción de un renting flexible, en el que se realizan contratos a partir de los 12 meses sin coste de cancelación anticipada a partir del sexto mes. De esta manera, se brindan ventajas considerables al cliente, ya que en la cuota mensual a pagar se incluye el seguro del vehículo, los impuestos, las ITV y todo tipo de financiaciones. Sumado a esto, cabe resaltar que la propia compañía se encarga de tramitar toda la gestión.
¿Qué ventajas tiene un servicio de renting de coches para autónomos y empresas?
Para las empresas, recurrir a este tipo de adquisición de vehículos reduce mucho el gasto y brinda mayor comodidad y facilidades al no tener que ocuparse de la gestión de los trámites ni del mantenimiento de todos los vehículos. Además, ofrece la oportunidad de cambiar el vehículo cada cierto tiempo, dando también la opción de comprar el mismo.
Por otra parte, el gran punto a favor del renting de coches para empresas es que la legislación actual les permite desgravarse hasta el 100 % de los gastos mensuales de los automóviles. Esto se debe a que no son considerados activos. De todas formas, esto solo se cumple de esta manera si el coche contratado para el servicio se utiliza para una mera actividad comercial. Así, se disfruta de la libertad de un transporte con todo incluido y a un valor menor que si se decide comprarlo.