Las «armas fantasma» creadas con impresoras 3D

Redacción

Las impresoras 3D han mostrado ser unas alternativas con un gran potencial en el mercado. Las hemos visto de muchos tipos. ¡Hasta produciendo un propio edificio! Sin embargo, también ofrece la otra cara de la moneda. Con unos sencillos planos, es capaz de elaborar, mediante capas de diferentes tipos de plásticos, auténticas armas letales. Todo ello realizado desde el salón de tu casa y sin rendir cuentas a nadie.La regulación de este tipo de acciones es algo así como poner puertas al campo, ya que se hace muy complicado rastrear los muchos prototipos existentes en el mercado. De hecho, su circulación en las áreas más turbias de Internet es una constante. Ante esta situación, Estados Unidos, núcleo duro de este tipo de impresión, está dirigiéndose a este tipo de soluciones con el objetivo de poner coto. Al fin y al cabo, se trata de armas capaces de ofrecer un rendimiento parecido a cualquier pistola convencional.De hecho, la Administración de Biden ha tenido que pronunciarse sobre ello. Trump, hace un tiempo, cuando estaba en el poder, también tuvo que establecer un marco normativo ante la aparente popularidad de esta amenaza. ¿En qué punto se encuentra este problema que puede escalar a lo largo de los próximos años ante la popularización de las impresoras 3D?

Biden también se enfrentará al problema de las armas creadas con impresoras 3D

Se ha podido observar cómo ha habido kits de fabricación de armas caseras aprovechándose de un supuesto vacío legal. La nueva reglamentación obliga a la incorporación de un número de serie a cada pack con el objetivo de poder rastrear este tipo de artilugios. Cabe precisar que, bajo la Administración de Donald Trump, se estableció la posibilidad de poder crear de forma casera las propias armas, algo que fue tumbado por el orden judicial posteriormente.

Así son las ©

El objetivo de la medida introducida ahora es conseguir un rastreo para, en caso de encontrar una potencial arma de estas características, saber quién es el dueño. Al parecer, una práctica común consistía en la producción de estos bienes de forma personal para su posterior comercialización sin identificación personal en las armerías. Esto, como es lógico, eliminaba cualquier posibilidad de detectar qué persona había detrás de la titularidad de un arma en particular.

La nueva Ley implantada en relación con las armas de fuego no impedirá el tráfico ilegal de estos productos fantasma. Al fin y al cabo, es una vía de comercio que puede escapar fácilmente del control a través de los cánones establecidos. Todo parece indicar que este problema seguirá formando parte del debate público a lo largo de los próximos años en Estados Unidos.

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