La Semana de Acción Mundial por la Educación arranca en 124 países para visibilizar el impacto de la COVID en la escuela

Redacción

La Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), que cada año organiza la Campaña Mundial por la Educación (CME) liderada por Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas y Plan International para reclamar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, arranca este lunes 26 de abril en 124 países, entre ellos España.

Bajo el lema ‘Mil millones de Voces’, esta edición pretende visibilizar cómo la COVID-19 está afectando la educación de más de 1.000 millones de personas y agravando la actual crisis mundial de financiación de la educación.

Hasta el 30 de abril, a través de materiales de sensibilización y acciones de movilización, la SAME defenderá la importancia de la educación para que nadie se quede atrás en la recuperación frente a la crisis generada por la COVID-19. También pondrá el foco en exigir una adecuada financiación que asegure el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, sobre el derecho a la educación.

En España, las acciones de movilización durante la SAME se desarrollarán en varios ámbitos. En centros educativos de más de una veintena de ciudades, se elaborará un mural de emociones para representar las Mil Millones de Voces que se movilizan por la educación.

Durante los actos de calle que, según los organizadores, respetarán en todo momento la normativa de seguridad frente a la COVID-19, se crearán mosaicos de emociones vividas durante la pandemia y se hará entrega del posicionamiento político de la campaña ante diversas instituciones. Asimismo, las personas interesadas también pueden sumarse a la movilización online de la campaña para difundirla en redes sociales bajo el hashtag #MilMillonesdeVoces.

PETICIONES AL GOBIERNO ESPAÑOL

Según los organizadores, si ya antes de la COVID-19 había 258 millones de niños y adolescentes en todo el mundo sin escolarizar, la pandemia no ha hecho sino aumentar estas cifras, agravando la brecha social y de género. De hecho, calculan que, en el momento más crudo de la primera ola, entre marzo y abril de 2020, el cierre de centros educativos afectó a casi el 90% de la población estudiantil del mundo, lo que equivale a cerca de 1.500 millones de estudiantes, que vieron vulnerado su derecho a la educación.

Sin embargo, advierten de que más de un año después del inicio de la pandemia, la situación continúa empeorando, sobre todo para las personas y comunidades más vulnerables del mundo. «Estamos ante la crisis educativa más urgente de todos los tiempos. Si no se toman medidas, la COVID-19 podría dejar fuera de las aulas a 24 millones de estudiantes más», advierte Kasia Tusiewicz, coordinadora de la Campaña Mundial por la Educación en España.

Para evitar que las peores previsiones se cumplan, asegura Tusiewicz, «es fundamental que los gobiernos coordinen una respuesta global basada en una adecuada financiación pública de la educación». «No estamos ante un gasto, sino ante la oportunidad de invertir en la mejor herramienta para que nadie se quede atrás frente a la COVID-19», añade.

Entre sus reivindicaciones al Gobierno español en materia educativa, la CME exige al Ejecutivo que cumpla su compromiso de incrementar la Ayuda Oficial al Desarrollo para llegar al 0,5% de la Renta Nacional Bruta en 2023 y seguir avanzando hasta alcanzar el 0,7%, asignando un 20% de esta ayuda a las partidas de educación.

A lo largo de esta semana, la coalición remitirá sus peticiones a la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá; a la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya; y a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra; así como a la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno; y el director de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) para el Desarrollo, Magdy Martínez-Solimán.

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