Toyota ha informado, de la suspensión de las operaciones en todas sus plantas de ensamblaje en Japón, desde el pasado martes, debido a un mal funcionamiento del sistema de producción, paralizando la producción nacional del fabricante de automóviles más vendido del mundo.
El problema impide que Toyota solicite componentes y el motico está bajo investigación, aunque «probablemente no se deba a un ciberataque», según un portavoz.
Toyota suspendió 12 plantas en su mercado local desde el pasado martes por la mañana y, añadió las dos últimas a partir de la tarde. No se sabe cuánta producción se perdería.
Las plantas juntas, representan alrededor de un tercio de la producción mundial del fabricante de automóviles. La producción nacional de Toyota, se había recuperado después de una serie de recortes de producción, que se atribuyó a la escasez de semiconductores. La producción aumentó un 29% entre enero y junio, el primer aumento de ese tipo en dos años.
Su producción en Japón, es de un promedio de unos 13.500 vehículos diarios en el primer semestre. Eso excluye los vehículos de los fabricantes de automóviles del grupo Daihatsu e Hino.
Las operaciones se detuvieron por un día el año pasado, cuando un proveedor sufrió un ciberataque, lo que obstaculizó la capacidad de Toyota para realizar pedidos de repuestos. Toyota reanudó sus operaciones utilizando una red de respaldo.
Toyota probablemente pudo reiniciar su planta de Miyata en la prefectura sureña de Fukuoka, a partir de las 08:00 horas del miércoles, pero no estaba claro cuándo se reiniciaría la producción en la fábrica.
Efecto en cadena
El incidente del martes está teniendo un efecto en cadena. La firma del grupo Toyota Industries, también ha informado que suspendió parcialmente las operaciones en dos plantas de motores, debido a la falla del fabricante de automóviles.
Toyota es pionera en la gestión de inventarios justo a tiempo, que mantiene bajos los costos pero significa que los problemas en la cadena de suministro ponen en riesgo la producción.
Si bien la causa del último mal funcionamiento no estaba clara, las empresas japonesas han estado en alerta en los últimos días cuando empresas y oficinas gubernamentales informaron sobre llamadas telefónicas de acoso.