Intervienen en el Atlántico un velero con 5.200 kilos de cocaína, la mayor cantidad aprehendida por este medio

Redacción

Agentes de la Policía Nacional han intervenido en el Atlántico, en una operación conjunta con la Policía Judiciaria de Portugal, un velero con 5.200 kilogramos de cocaína, la mayor aprehensión hasta la fecha de esta sustancia estupefaciente a bordo de una embarcación de este tipo.

Tres personas han sido detenidas durante esta operación, entre ellas un destacado y conocido lanchero que se encontraba en busca y captura por otro transporte de cocaína que fue frustrado en el mes de marzo del año pasado. Se trata de Carlos Silla Otero, según precisan fuentes policiales.

Le acompañaban otras dos personas que, a pesar de carecer de antecedentes penales, eran conocidos por los investigadores de la Policía Nacional por su estrecha relación con los integrantes de uno de los más importantes grupos de lancheros de la Ría de Arousa, en Galicia.

El velero es de pabellón español de 23,44 metros de eslora, pero con el fin de evitar la identificación, los narcotraficantes lo habían dotado de falsos nombre y bandera.

ABORDAJE CON AYUDA DE LA ARMADA PORTUGUESA

Tras su identificación se procedió el pasado 16 de octubre a la intervención de un equipo de asalto de la Armada Portuguesa, acompañados por agentes de la Policía Nacional de España y de la Policía Judiciaria de Portugal, abordaron la embarcación, hallando en la cubierta y a simple vista un importante número de fardos similares a los que habitualmente se elaboran para el transporte de cocaína.

Las investigaciones policiales comenzaron a principios de este año sobre una organización multinacional dedicada, presuntamente, a la exportación de ingentes cantidades de cocaína desde Colombia y Venezuela a Europa. Según la Policía Nacional, lo hacían mediante el uso de embarcaciones de recreo, especialmente yates y veleros.

En ese proceso de investigación se pudo identificar no solamente a quienes realizaban el almacenamiento y la exportación del estupefaciente desde Sudamérica, sino también a quienes desde España y Portugal distribuían la droga que recibían hacia Europa.

A principios de agosto, el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC) aportó información sobre el velero que, de manera inminente, realizaría el transporte.

En avance de las investigaciones permitió conocer, ya en el mes de septiembre, que el velero había iniciado el viaje de retorno a España, albergando una inusual carga de cocaína que iba dirigida a los clientes que la habían adquirido en origen y que tenían las «go-fast» en el sur de la Península Ibérica, preparadas para recogerla en las coordenadas del Atlántico estipuladas para ello.

El registro del velero permitió la intervención de más de 5.200 kilogramos de cocaína, cantidad insólita hasta la fecha y que pone de relevancia el potencial de las organizaciones implicadas en la operación.

Entre los efectos intervenidos destacan los sistemas de comunicación e inhibición de frecuencias de última generación, que proporcionaban seguridad a cada una de las maniobras ilegales que los tripulantes han tenido que realizar desde que se inició el periplo. Con el fin de evitar la identificación del velero, los narcotraficantes lo habían dotado de falsos nombre y bandera para camuflar su acción criminal.

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