Hyrule Warriors: La era del destierro, desarrollado Koei Tecmo y distribuido por Nintendo, aterriza en la Nintendo Switch 2 con una premisa irresistible: narrar los eventos que condujeron al Gran Cataclismo, la guerra que dejó a Hyrule en ruinas un siglo antes de Tears of the Kingdom.
Este título no es solo un spin-off de la franquicia y del género Musou; es un puente narrativo crucial que se ha atrevido a rellenar, de forma canónica, los huecos de la historia de la aclamada obra maestra de la marca nipona. El juego cumple con creces en el apartado de la acción masiva, pero su verdadero valor reside en cómo utiliza esta estructura para ofrecer una nueva perspectiva de la tragedia que conocíamos.
La historia de este Hyrule Warriors nos lleva a antes de la guerra del Destierro. En plena edad de oro de Hyrule con sus tierras verdes y su castillo luciendo impresionante, el reino no sabe el mal que le acecha. La protagonista en esta historia es Zelda, la hija del rey, que con su espada de luz, preparará las defensas e irá conociendo a distintos personajes y razas como los Zonnan o al rey Rauru y a la Reina Sonnia.
Hyrule Warriors es un homenaje a Zelda
La jugabilidad se construye sobre los cimientos del género Musou, pero este Hyrule Warriors refina sus mecánicas con una astucia táctica digna de la saga Zelda. El corazón del combate ya no es solo la repetición de combos débiles y fuertes; es la perfecta integración de las runas de la Piedra Sheikah. La habilidad de usar tus poderes para congelar enemigos y preparar un ataque demoledor, o para crear pilares de hielo en medio de la horda, transforma el hack and slash en una danza de estrategia contextual.
Además, el Hyrule Warriors de esta era eleva la importancia de las esquivas y los parries. Para el que no haya conocido el género. El musou es un tipo de juego en el que tú, el héroe, te enfrentas a multitud de enemigos en campo abierto. Tú tienes el poder para derrotarlos a todos mediante combos, pero aparte de los más débiles, que con un golpe cae, también hay enemigos más duros que necesitarán combos y afinar nuestro ataque.
Una de las cosas que más nos ha gustado de Hyrule Warriors es su respeto a la saga. Mientras que muchos juegos de este estilo utilizan la licencia solo como un skin, La era del Destierro la absorbe por completo. Cada personaje jugable, desde los cuatro Campeones (Daruk, Mipha, Revali y Urbosa) hasta figuras inesperadas, tiene un set de movimientos que refleja su personalidad y sus poderes en el lore de Zelda.
Frenético a base de golpes y combos
El jugador no solo masacra Bokoblins; lo hace con un profundo sentido de propósito y pertenencia al universo. Esta fidelidad a los personajes, ofreciendo a los jugadores una oportunidad de controlarlos en su mejor momento, es lo que eleva a este título por encima de una simple diversión desenfrenada. En todo momento, cambiando el género, claro, te sientes jugando en Hyrule Warriors a Tears of the Kingdom, mantiene pura toda su esencia.
Una de las mecánicas más interesantes es el sistema de progresión del mapa y el crafting de comida y mejoras. El mapa no solo muestra misiones de combate, sino también una miríada de misiones secundarias que se resuelven mediante el canje de materiales recolectados. Esto da un significado a cada material que encuentras, incentivando la exploración y la gestión de recursos de una manera que recuerda a los elementos RPG de la saga principal.
El verdadero valor de Hyrule Warriors reside en su audacia narrativa. La decisión de introducir un elemento de viaje en el tiempo al principio del juego ofrece una alternativa a la tragedia ineludible. Permite al jugador luchar por un futuro diferente, dando una sensación de esperanza y propósito que el lore original de ToTK negaba, y esto es un acierto emocional clave.
Usa los Parrys a tu favor
La parte gráfica de este Hyrule Warriors es espectacular. Koei Tecmo ha logrado trasladar la icónica y vibrante estética Tears of the Kingdom a un formato de guerra a gran escala. El diseño de los escenarios, los modelos de personajes y las animaciones de los ataques especiales son un festín visual. También su parte sonora con un doblaje al castellano increíble y sus ricas y perfectas melodías.
Hyrule Warriors: La era del destierro es mucho más que un spin-off forzado. Es un tributo apasionado a Tears of the Kingdom que ofrece una jugabilidad frenética y adictiva gracias a la inteligente integración de las runas Sheikah. Se mueve muy fluidamente y no hemos tenido problemas de rendimiento. Si eres fan de la saga de Zelda, este juego es imprescindible para entender más sobre su historia. Sin duda candidato a los GOTY.
