Eugenia Martínez de Irujo está en el punto de mira después de que hace unos días trascendiese que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Sanlúcar la Mayor, Sevilla, la ha citado a declarar como investigada tras una denuncia de la Fiscalía por un presunto delito contra el medio ambiente por extraer agua de 8 pozos supuestamente ilegales para regar una finca de naranjos gestionada por una de sus empresas, Eurotecnia Agraria S.L., junto al Parque Nacional de Doñana.
Una denuncia de la que la hija menor de la recordada duquesa de Alba no ha tardado en desvincularse, desmintiendo a través de un comunicado su implicación en la construcción de los pozos presuntamente clandestinos.
Un texto en el que, además de dejar claro que la «extracción de agua en ningún momento ha superado el volumen máximo aprobado por la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir», explica que el responsable de la gestión de la finca investigada, ‘Aljobar’, es Luis Martínez de Irujo -hijo de Alfonso Martínez de Irujo, duque de Híjar- y no Eugenia, que «nunca ha participado en la gestión de la expotación» a pesar de ser presidenta de la compañía por un sistema de cargos rotativo en las empresas propiedad de la familia Alba.
Después de varios días manteniendo un perfil bajo sin querer pronunciarse sobre esta desagradable polémica en la que se ha visto inmersa cuando ella es una gran defensora del medio ambiente, la duquesa de Montoro ha reaparecido sin rastro de preocupación a pesar de la denuncia de la Fiscalía.
«Yo estoy muy bien, súper tranquila» ha zanjado tras disfrutar de una cena con su marido Narcís Rebollo y unos amigos en uno de los restaurantes más exclusivos de Madrid.
«No estoy preocupada. Por supuesto que confío en la justicia, pero bueno. Ha quedado todo claro y esty muy tranquila. Ya se ha dicho» ha explicado con una gran sonrisa cuando le hemos preguntado por el tema de los pozos, aludiendo «al comunicado» en el que la casa de Alba ha aclarado que ella nunca ha tenido nada que ver con la gestión de la empresa ‘Aljobar’.
Sin embargo, y huyendo de la polémica, Eugenia ha evitado contestar a su hermano Cayetano, que no ha dudado en arremeter contra ella y contra Alfonso tras salir a la luz esta denuncia, preguntándose en ‘TardeAR’ por qué no dan ahora la cara: «Un besito, un besito, mi amor» ha zanjado lanzando un beso desde el taxi antes de abandonar el lugar ignorando los dardos del jinete.
