España, entre los países europeos con más jóvenes fumadores de tabaco de pipa de agua

Alvaro San Román

Un estudio liderado por la spin-off Open Evidence, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha analizado las preferencias y percepciones de los consumidores de nueve países de la UE y del Reino Unido sobre cinco productos de tabaco: cigarrillos convencionales, cigarrillos delgados, cigarrillos pequeños (puritos, cigarrillos pequeños marrones), cigarrillos electrónicos y productos de tabaco por calentamiento (HTP, siglas en inglés).

Entre los principales resultados, la investigación revela que, entre los encuestados, España es uno de los países europeos con más jóvenes, de entre 18 y 25 años, fumadores de pipa de agua (conocida también como sisha, narghile, etc.).

La investigación, en la que también han participado investigadores de la London School of Economics (LSE), del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y de la empresa BDI Research, tiene como objetivo aportar información a la Unión Europea para ayudar a identificar tendencias en el mercado y, de este modo, poder actualizar posibles políticas de control de consumo del tabaco, con el objetivo último de proteger la salud pública.

El estudio, además de hacer una revisión sistemática de la literatura y el análisis de los datos existentes, ha realizado una encuesta en línea a 12.000 personas. Para garantizar la cobertura geográfica, se han encuestado los Estados miembros de España, Bulgaria, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Letonia, Polonia y Eslovaquia, y también Reino Unido. De cada país se han obtenido dos muestras.

La primera muestra ha contado con 600 fumadores y personas que habían dejado de fumar en los últimos 12 meses, de 26 años o más. Y la segunda ha constado de 600 personas de entre 18 y 25 años. Además, ha hecho discusiones de ‘focus groups’ en cinco Estados miembros (España, Alemania, Francia, Bulgaria y Grecia) para recoger conocimientos cualitativos sobre las tendencias actuales.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

Entre las principales conclusiones del estudio, destaca que los cigarrillos delgados son algo más utilizados por las mujeres (el 58 por ciento de los consumidores de entre 18 y 25 años), mientras que los cigarrillos pequeños son consumidos principalmente por hombres (por ejemplo, el 70 por ciento de los consumidores de 18 a 25 años lo son).

En cuanto al consumo del tabaco de pipa de agua, un 62 por ciento de los usuarios son hombres. En términos de género, el consumo del resto de productos analizados es relativamente igual.

Sobre la percepción de los diversos productos, los participantes de los ‘focus groups’, sobre todo de los Estados miembros del este, vinculan los cigarrillos delgados a la feminidad y a los entornos de negocio, y en cambio asocian a la masculinidad los cigarrillos pequeños.

Los principales motivos para empezar a consumir productos de tabaco son: por diversión, porque se sienten estresados y piensan que fumar les puede ayudar a relajarse, como una vía de sociabilización y para estar a la moda. Uno de los motivos por los cuales los usuarios se decantan por ciertos productos es porque perciben que hay un riesgo menor para la salud, aunque no haya evidencias al respecto. Por ejemplo, algunos consumidores de cigarrillos delgados a veces han necesitado consumir más cigarrillos de este tipo para sentirse tan saciados como se sentirían con cigarrillos convencionales.

Los productos de tabaco por calentamiento y los cigarrillos electrónicos son percibidos como una experiencia de consumo más fría, modernos y tecnológicos, y sin la sensación de satisfacción que aportan los cigarrillos convencionales. Los cigarrillos delgados y los cigarrillos pequeños se perciben generalmente como antiguos (en el sentido de auténticos, orientados al género, etc.). El tabaco de pipa de agua se suele disociar de otros productos de tabaco y productos relacionados, puesto que se usa en locales especiales y dentro de un grupo.

Los fumadores de cigarrillos electrónicos son principalmente consumidores duales. Más de 7 de cada 10 jóvenes entre 18 y 25 años y 8 de cada 10 personas de 26 años o más que consumen cigarrillos electrónicos son fumadores duales: también fuman otros productos de tabaco, principalmente, cigarrillos convencionales. 1 de cada 4 jóvenes de entre 18 y 25 años y 3 de cada 10 de 26 años o más en el pasado habían sido usuarios exclusivos de cigarrillos electrónicos y actualmente consumen otros productos de tabaco: el 90 por ciento de los encuestados combinan su consumo con los cigarrillos convencionales.

«Estos datos sugieren que el uso del cigarrillo electrónico no tiene un impacto en la reducción del consumo del tabaco convencional», explica el investigador y profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC y socio fundador de Open Evidence Francisco Lupiáñez, quien ha liderado el proyecto.

Los fumadores de productos de tabaco por calentamiento (HTP) consumen entre 1 y 10 ‘sticks’ diarios. Empezar a consumir este producto por primera vez está motivado por la diversión que les sugiere o por el hecho de querer dejar o reducir el tabaco convencional. Aproximadamente, el 85 por ciento de fumadores de HTP son fumadores duales. El 75 por ciento de los encuestados está de acuerdo en que los HTP deberían regularse como los cigarrillos convencionales y que tendría que haber muchas más restricciones de uso en los puestos de trabajo, en el transporte público y en el sector de la hostelería.

En cuanto a la percepción sobre el riesgo de fumar cada uno de los productos que hay en el mercado, los cigarrillos convencionales se perciben como los más nocivos. Los jóvenes de 18 a 25 años consideran los HTP un 35 por ciento menos nocivos que los cigarrillos convencionales y un 46 por ciento menos perjudiciales para las personas del entorno no fumadoras. Las personas de 26 años o más consideran estos productos un 46 por ciento menos nocivos para los fumadores y un 58 por ciento menos nocivos para los no fumadores.

FUMADORES DE TABACO DE PIPA DE AGUA

El estudio ha demostrado que los jóvenes, sobre todo los hombres (el 62 por ciento de los encuestados), se sienten atraídos particularmente por el tabaco de pipa de agua (sisha, narghile, etc.) por la oferta de sabores que tiene.

La encuesta ha identificado un alto consumo de tabaco de pipa de agua en el grupo de edad de 18 a 25 años. Más de la mitad de los encuestados que consume este producto (53 por ciento) lo han consumido al menos una vez o dos. España, junto con Bulgaria y Grecia, es uno de los países estudiados que muestra una tasa de consumo particularmente elevada. Una quinta parte (19 por ciento) de los españoles encuestados, del grupo de edad de 18 a 25 años, son consumidores.

En este grupo de edad, una quinta parte de los usuarios actuales (20 por ciento) han informado de un uso diario del producto y un 35 por ciento de usarlo semanalmente. A pesar de que hay menos usuarios en el grupo de edad de 26 años o más, aquellos que fuman parece que lo hacen con más frecuencia: una cuarta parte (25 por ciento) consume tabaco de pipa de agua diariamente y casi dos quintas partes (37 por ciento) semanalmente.

El 33 por ciento de los fumadores diarios encuestados, de 18 a 25 años, dedican a dicho consumo entre 5 y 15 minutos al día; el 27 por ciento, entre 16 y 30 minutos; el 22 por ciento, entre 31 y 60 minutos; el 8 por ciento, entre 61 y 90 minutos, y el 9 por ciento, más de 90 minutos.

Además, el estudio muestra cómo el tabaco de pipa de agua se suele disociar de otros productos de tabaco y productos relacionados, puesto que se usa en locales especiales y dentro de un grupo. «Esto preocupa, puesto que puede limitar la exposición de los usuarios a los avisos de salud que, por ejemplo, sí que se encuentran en los paquetes de cigarrillos convencionales», explica Lupiáñez.

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