El alto el fuego temporal entre el Ejército de Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza ha entrado en vigor este viernes a las 7.00 (hora local, 6.00 hora peninsular española), mientras que los primeros rehenes serán liberados nueve horas después.
En las próximas horas, las partes demostrarán si cumplen con el acuerdo; mientras, los medios palestinos han denunciado esta noche la intensificación de los bombardeos israelíes en el enclave, que se han saldado con la vida de decenas de personas en varios puntos del territorio, incluido un campamento de desplazados, y los israelíes han indicado que las sirenas aéreas han sonado en localidades cercanas a la frontera.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han asegurado a primera hora de la mañana que han «completado» las operaciones para las preparaciones del alto el fuego, después de informar de que han «destruido los túneles y sus puntos de entrada» en el hospital de Al Shifa.
«En el transcurso del último día, las fuerzas de las FDI continuaron en tierra, aire y mar destruyendo objetivos terroristas y operando en diversas áreas para localizar y escanear edificios sospechosos mientras se enfrentaban a terroristas», reza un comunicado de las FDI.
Un portavoz del Ejército, Avichay Adraee, ha exigido a los palestinos que permanezcan en el sur de la Franja. «La zona norte de la Franja de Gaza es una zona de guerra peligrosa y está prohibido circular por ella. Por su seguridad, debe permanecer en la zona humanitaria del sur. Solo es posible moverse desde el norte hacia el sur (…) No se permitirá de ninguna manera el movimiento de residentes del sur hacia el norte», ha aseverado.
En este sentido, aviones israelíes han lanzado folletos sobre Gaza advirtiendo a los residentes que no regresen a la zona norte del enclave, acción que ya llevó a cabo para ordenar la evacuación forzada de la población civil, argumentado que se trataba de evitar víctimas civiles durante los constantes bombardeos israelíes.
El acuerdo, en el que Qatar ha ejercido de mediador, contempla la liberación progresiva de un total de 50 personas secuestradas por milicianos palestinos en los ataques del 7 de octubre, a cambio de una pausa en la ofensiva militar lanzada ese mismo día sobre la Franja de Gaza, así como de la entrega de 150 presos palestinos, todos ellos mujeres y niños.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha confirmado en un breve comunicado que ya ha recibido la «lista preliminar» de los rehenes que serán liberados dentro del primer grupo y que han comenzado a revisar los detalles y notificar a las respectivas familias.
El pacto, contemplado inicialmente para cuatro jornadas e inédito en casi 50 días de conflicto, incluye la entrada de un mayor número de convoyes de ayuda humanitaria. De hecho, Egipto ha afirmado que, desde la entrada en vigor, entrarán diariamente 130.000 litros de diésel y cuatro camiones de gasolina. También entrará ayuda humanitaria a través e 200 camiones diarios cargados de alimentos, medicinas y agua potable.
Por el paso de Rafá, se seguirá permitiendo la salida de heridos y extranjeros, como se ha venido haciendo desde el 2 de noviembre, mientras que las autoridades egipcias han anunciado permisos voluntarios para que los palestinos que residían en el enclave palestino y se encontraban en Egipto cuando estallaron las hostilidades regresen a Gaza.
Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los ataques de Hamás, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. Las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, han denunciado hasta ahora más de 14.850 muertos, incluidos más de 6.000 niños, por la ofensiva israelí, mientras que más de 200 palestinos han muerto en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos desde el 7 de octubre.