El riesgo de pobreza y exclusión social afecta en España a 6,6 millones de mujeres, un 12% más que a los hombres (5,9 millones), una brecha que no se reduce desde hace una década. Así se desprende del Observatorio de Feminización de la Pobreza y la Exclusión que ha presentado este viernes la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).
Según la organización, la pobreza «es más intensa, duradera y más difícil de revertir entre las mujeres, incluso en épocas de recuperación económica» y el 26,8 por ciento está en riesgo de exclusión social.
Para EAPN, es «especialmente preocupante la situación de quienes viven en hogares monomarentales», de los cuales una de cada dos está en riesgo de pobreza y/o exclusión social. A su vez, más de la mitad de las mujeres desempleadas (54,3 %) o aquellas con nacionalidad extracomunitaria (55,5 %) se encuentran en la misma situación, mientras que las mujeres mayores llegan a la vejez con pensiones inferiores a las de los hombres, muchas de ellas con ingresos apenas por encima del umbral de pobreza.
En el caso concreto de las pensiones contributivas, la brecha de género ha marcado la mayor diferencia de la serie histórica (desde 2017), siendo la pensión media en los hombres de 1.510 euros y en las mujeres de 1.026 euros, 484 euros menos. Según los cálculos de EAPN, tendría que aumentar un 47 % dicha prestación para lograr la equiparación.
La ONG ha recordado que la brecha en las pensiones, deriva de un mercado laboral «que se configura como eje central en la reproducción de las desigualdades, y que viene marcado por una mayor parcialidad involuntaria, temporalidad y jornadas interrumpidas por los cuidados».
De hecho, recoge el informe, «pese a tener un empleo, un 15,8 % de las mujeres sigue en riesgo de pobreza y/o exclusión social». Un problema que se agrava en el caso de las desempleadas, más de la mitad se encuentra en esta situación (54,3 %)».
Los bajos salarios y la precariedad son factores de «empobrecimiento asociados a una mayor carga de los cuidados no remunerados, que reducen el tiempo disponible, los ingresos y las oportunidades de mejora laboral». Según los datos del Observatorio, tres de cada 4 personas con jornada parcial son mujeres, con una tasa de parcialidad del 21,4 % frente al 6,8 % de los hombres. Mientras que el salario medio mensual es un 16,4 % más bajo que el de los hombres: las mujeres cobran de media 405 euro menos.
Desde EAPN-ES han recordado que el impacto desproporcionado de la feminización de la pobreza y su mayor intensidad no es un fenómeno residual, sino «un síntoma de desigualdades que las políticas públicas deben corregir». En este sentido, con el Observatorio de Feminización de la Pobreza y la Exclusión, EAPN-ES pretende sumar un análisis con perspectiva de género que las estadísticas oficiales en ocasiones no recogen, para orientar las políticas públicas en base a «datos que no sigan ocultando la desigualdad que viven millones de mujeres.»
La presentación del Observatorio ha incorporado también los resultados del Informe ‘Recomendaciones para la erradicación de la pobreza desde una perspectiva de género aplicando un enfoque multidimensional’, un estudio de primera línea que ha puesto el foco en políticas prioritarias para erradicar la pobreza desde una visión de género.
Entre las propuestas destacadas por la Red se incluye un Sistema Público de Cuidados; el refuerzo del ingreso mínimo vital y de las rentas mínimas; una prestación universal para las niñas, niños y adolescentes; mejoras laborales en sectores de primera necesidad como el del empleo de hogar o la ayuda a domicilio y mejora de las pensiones, especialmente las no contributivas. EAPN-ES ha apelado a «la responsabilidad ineludible con quienes viven esta injusticia cada día. Porque la pobreza no es inevitable: es una injusticia que puede y debe corregirse con políticas valientes y bien orientadas».