El polémico Luca, nuevo expulsado de MasterChef

Redacción

MasterChef se adentra en su recta final y lo hace sin su aspirante más polémico. Luca ha caído víctima de un plato desastroso, totalmente incomestible, que le ha valido la expulsión. Ha llevado al equipo que capitaneaba a la prueba de eliminación, donde un bloqueo se ha apoderado de él. Aunque ha salido del paso y ha logrado sobreponerse a sus nervios, no ha remontado y al final ha acabado cometiendo un error fatal. Ha echado la tinta de la sepia tal cual, cruda, sin ningún tipo de cocinado.

Luca comenzó la prueba de exteriores con energía, animando a sus compañeros y bailando, pero, como acabó resumiendo Pepe, «mucho animar y poco organizar». Era el capitán, pero estaba «bastante perdido»: «No supiste dar órdenes ni supervisar elaboraciones», aseguró el juez. Su equipo ha acabado en la prueba de expulsión y allí Pilu le ha asignado la preparación de un guiso de chopo y cebolla.

El plato se le ha resistido desde el primer momento, y eso que Luca decía preferirlo frente a la otra opción que quedaba, un escabeche de gallo. Al poco de empezar a cocinar ha roto a llorar, muy agobiado. «No puedo, no sé por dónde empezar», le ha dicho entre lágrimas a Pepe. El juez ha tratado de darle ánimos: «No tires la toalla, has pasado por peores momentos seguro, y no aquí solo». Le ha señalado algunas directrices e incluso le ha guiado mientras limpiaba la sepia, un proceso para nada agradable para él.

El gran error por el que acaba expulsado

Luca se ha tranquilizado y ha seguido adelante, aunque no ha estado muy fino en el resto de su cocinado. Los problemas con la teja de tinta, que se le ha quemado, han sido lo de menos. A menos de cinco minutos para acabar la prueba, Luca ha añadido la tinta sin cocinar, un error garrafal que ha echado a perder todo el trabajo previo. Los jueces ni siquiera han podido valorarlo bien. «Yo te recomiendo que entonces mejor no lo pruebes», les ha acabado diciendo Luca cuando se ha dado cuenta (porque se lo han hecho ver) de que no cocinar la tinta es un fallo tremendo.

Jordi y Samantha se han contentado con comerse la teja, mientras que Pepe se ha atrevido con el resto del plato. Eso sí, les ha alertado de que no lo prueben. Quien sí lo ha tenido que probar ha sido Luca, a quien le ha dado hasta una arcada. Pero bueno, por lo menos se han echado unas risas, porque Pepe y Luca han acabado con la boca teñida de negro. ¿Veredicto? «No se puede comer». La expulsión ha estado entre Ana y Luca, pero al final ha sido él quien ha acabado colgando el delantal. Llorando, el tiktoker ha confesado lo mucho que ha cambiado gracias a MasterChef, de ser una persona materialista a disfrutar de las cosas más simples: «Me voy siendo otro».

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