El Pentágono de Estados Unidos se ha pronunciado este jueves sobre la filtración de documentos clasificados del servicio de Inteligencia del Departamento, sosteniendo que se trata de «un acto criminal deliberado».
«Es importante comprender que contamos con pautas estrictas para salvaguardar la información confidencial y clasificada. Este ha sido un acto delictivo deliberado, una violación de esas directrices», ha declarado el portavoz del Departamento de Defensa, el general Pat Ryder, en una rueda de prensa.
«Creo que es importante entender que seguiremos haciendo todo lo posible para garantizar que las personas que tienen necesidad de saber cuando se trata de este tipo de información tengan acceso a ella», ha agregado.
Ryder, que ha remarcado que se han tomado medidas para limitar el acceso a los documentos del Departamento de Defensa, ha agregado que su oficina continua «trabajando día y noche junto con la comunidad interinstitucional y de Inteligencia para comprender mejor el alcance, la escala y el impacto de estas filtraciones».
«Continuamos revisando una variedad de factores, en lo que respecta a la protección de materiales clasificados. Esto incluye examinar y actualizar las listas de distribución, evaluar cómo y dónde se comparten los productos de inteligencia, así como otros pasos», ha explicado.
Asimismo, ha recordado que está limitado en lo que puede comentar sobre la investigación en curso en el Departamento de Justicia y ha subrayado que «el hecho de que la información clasificada» se publique en otro lugar «no significa que haya sido desclasificada por una autoridad», por lo que no confirmará el contenido de los documentos.
«Por esa razón, continuaremos alentando a aquellos de ustedes que están reportando esta historia a que tomen en cuenta estos últimos factores. Y considerar las posibles consecuencias de publicar documentos o información potencialmente confidencial en línea o en cualquier otro lugar», ha declarado Ryder.
El portavoz de Defensa también ha destacado que la Administración Biden «va a aprovechar» esta «oportunidad» para «revisar y refinar» los «protocolos estrictos» que existen en las instituciones para la «protección y salvaguarda» de la información clasificada del Gobierno estadounidense.