El nuevo EBRO s900 PHEV 4×4, es un modelo que redefine la seguridad moderna incorporando 26 sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) completamente integrados de serie. Esta dotación convierte al s900 en el vehículo más avanzado de la marca en materia de seguridad activa, superando incluso al resto de modelos de la gama EBRO, que ya destacan por contar con 24 sistemas ADAS. La llegada del s900 no supone únicamente un incremento numérico de funciones, sino la consolidación de una filosofía: poner la tecnología al servicio del conductor y su entorno, haciendo que cada trayecto sea más seguro, más predecible y más tranquilo, tanto en ciudad como en carretera.
En un contexto en el que la movilidad diaria se vuelve cada vez más exigente —atascos, distracciones, exceso de estímulos, tráfico cruzado y maniobras en espacios reducidos— el EBRO s900 PHEV 4×4 aporta un conjunto de herramientas que actúan como una segunda capa de protección permanente. No sustituyen al conductor, pero amplían su capacidad de reacción y ofrecen una vigilancia continua imposible para un ser humano. Son, en esencia, un ‘copiloto digital’ siempre atento, que analiza el entorno con la ayuda de cámaras, radares y sensores distribuidos por todo el vehículo.
La plataforma multienergía T2X, fabricada con un 85% de aceros de alta y ultra alta resistencia, brinda la base estructural sobre la cual estos sistemas operan con total precisión. La carrocería está pensada para absorber y disipar energía en caso de impacto, mientras que los 10 airbags de serie garantizan una protección integral. Sin embargo, el verdadero protagonismo recae en la capacidad del vehículo para evitar accidentes antes de que lleguen a producirse, anticipándose a situaciones de riesgo mediante decisiones predictivas basadas en información en tiempo real.
Uno de los aspectos clave del EBRO s900 PHEV es su capacidad para mantener el control del vehículo dentro del carril. Gracias a sistemas como el aviso de salida involuntaria, la prevención de salida de carril y la asistencia de mantenimiento de carril, el vehículo detecta líneas, curvas y márgenes de la vía, e interviene suavemente cuando el conductor se distrae o realiza un movimiento brusco que puede comprometer la trayectoria. Esto es especialmente útil en trayectos largos o monótonos, donde el cansancio puede hacer mella sin que el conductor sea plenamente consciente.
A ello se suma la detección de ángulo muerto y el asistente de cambio de carril, fundamentales en un contexto cotidiano en el que las incorporaciones, adelantamientos y movimientos laterales son constantes. Estos sistemas monitorizan los laterales del vehículo y alertan de la presencia de otros usuarios de la vía que no siempre son visibles al mirar por los espejos retrovisores. En situaciones de tráfico denso, pueden resultar determinantes para evitar colisiones.
Otro componente esencial es la prevención de colisiones delanteras y traseras, que incluye alerta de impacto y frenada de emergencia automática. Cada día, en semáforos, pasos de peatones o retenciones, este tipo de incidentes menores generan daños materiales y situaciones peligrosas. El EBRO s900 detecta obstáculos y otros vehículos con una anticipación notable, avisando al conductor e incluso actuando por sí mismo si el tiempo de reacción no es suficiente. De esta manera, evita accidentes frecuentes derivados de distracciones breves o variaciones repentinas en la circulación.
Su capacidad de reconocimiento de señales y límites de velocidad también juega un papel destacado en la vida diaria. El vehículo identifica la señalización de la vía y recuerda al conductor el límite vigente, un recurso muy valioso en entornos urbanos donde la normativa cambia constantemente, o en carreteras donde una señal temporal puede pasar desapercibida. Este sistema no solo ayuda a evitar sanciones, sino que mejora la adaptación a la vía y favorece una conducción más relajada y coherente.
El EBRO s900 incorpora además monitorización del conductor y detección de presencia infantil, dos funciones clave en un enfoque más humano de la seguridad. Ambas tecnologías vigilan la atención, la postura y el movimiento dentro del habitáculo para advertir de signos de fatiga o para evitar dejar a un niño olvidado en las plazas traseras, un problema poco habitual pero extremadamente grave.
En maniobras, el buque insignia de la firma española vuelve a destacar. El asistente de tráfico cruzado trasero, el frenado automático en marcha atrás, la advertencia de apertura de puertas y el sistema de aparcamiento autónomo permiten desenvolverse sin estrés en calles estrechas, aparcamientos o garajes. La cámara de alta definición, combinada con estos asistentes, ofrece una visión completa de 540º que resulta decisiva en zonas con poca visibilidad. Asimismo, el asistente de recorrido inverso es especialmente útil en calles sin salida o caminos estrechos: reproduce automáticamente la trayectoria hecha en los últimos 50 metros para salir sin necesidad de girar o maniobrar en exceso.
La conducción nocturna, otro de los grandes retos diarios, se beneficia de un sistema inteligente de luces largas que adapta automáticamente el haz para no deslumbrar y maximizar la visibilidad. Y cuando se habla de conducción semiautónoma, el s900 incorpora control de crucero adaptativo, asistencia en atascos, control avanzado en curvas y un sistema de evasión inteligente que ayuda a esquivar obstáculos repentinos sin perder estabilidad.
En conjunto, los 26 sistemas ADAS del EBRO s900 PHEV 4×4 no solo suponen una protección técnica, sino un cambio real en la experiencia cotidiana: reducen el estrés, aumentan la confianza y brindan un apoyo constante en los momentos en los que más se necesita. Son tecnologías diseñadas para que cualquier conductor, independientemente de su experiencia, se sienta respaldado y capaz de afrontar situaciones complejas con naturalidad.
Con este despliegue tecnológico, EBRO consolida su posición como una marca centrada en la protección del conductor, sus acompañantes y el entorno. El s900 PHEV 4×4 demuestra que la seguridad no es un añadido, sino un pilar estructural en la movilidad moderna, capaz de transformar cada desplazamiento en una experiencia más segura, fluida y predecible.
