El juzgado procesa al actor porno Nacho Vidal por la muerte de un fotógrafo en el «rito del sapo bufo»

Redacción

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Xàtiva (Valencia) ha concluido la investigación y ha dictado auto de incoación de procedimiento abreviado contra el actor porno conocido como Nacho Vidal, por la muerte de un conocido fotógrafo durante la celebración del denominado «rito del sapo bufo».

La instructora considera que esos hechos, sucedidos el 28 de julio de 2019 en una vivienda de Enguera (Valencia) propiedad del encausado, podrían ser constitutivos de un delito de homicidio imprudente, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia en un comunicado.

En cambio, la magistrada ha decretado el sobreseimiento de las diligencias para una prima del actor y otro investigado –un empleado, según las informaciones publicadas en su día–, al no apreciar responsabilidad penal alguna en su actuación, ya que pese a estar presentes en ese momento ninguno de los dos tenía «el control de la situación» ni realizaba «actividades de dirección de la misma».

La resolución, notificada este miércoles y que puede ser recurrida, establece un plazo de diez días para que la Fiscalía y el resto de las acusaciones formulen escrito de acusación y pidan la apertura de juicio oral, soliciten el sobreseimiento o, excepcionalmente, la práctica de diligencias complementarias.

De la instrucción de la causa se desprende que la víctima falleció a causa de una reacción adversa a las drogas de abuso después de participar en una «práctica, rito o experiencia espiritual o mística» consistente en inhalar el humo de la combustión de las escamas del comúnmente conocido como ‘veneno del sapo bufo'».

«DIRECTOR» DE LA PRÁCTICA

Según recoge el auto, el encausado «actuaba como director» de esa práctica o rito «dada la experiencia que el mismo tenía en este tipo de actos» y fue quien presuntamente proporcionó la sustancia que inhaló el fallecido sin controlar la cantidad suministrada.

La instructora recuerda asimismo que esa experiencia se llevó a cabo «sin ningún tipo de precaución por si la práctica se complicaba». Así, no consta que en la casa «hubiera material de primeros auxilios o desfibrilador alguno», ni que el investigado «supiera realizar correctamente una maniobra de recuperación respiratoria».

«Ante un pretendido ritual que resultó irracional, temerario y peligroso, Ignacio J.G. actuó sin ningún tipo de rigurosidad ni se anticipó a los riesgos que finalmente se produjeron», añade.

La magistrada asegura que no es «de ningún modo admisible» que la metilbufotenina, el compuesto psicoactivo presente en el veneno del sapo de la especie Bufo Alvarius, pueda denominarse medicina, «ya que no se encuentra catalogada ni controlada por el Ministerio de Sanidad».

Además, «carecía de cualquier prospecto que indicara sus componentes, concentración de los mismos, dosis de aplicación, contraindicaciones o efectos secundarios o fecha de caducidad, lo que denota que era una sustancia no sometida a ningún control sanitario», precisa.

UN RECONOCIDO FOTÓGRAFO, LA VÍCTIMA

El pasado 3 de junio de 2020 trascendía la detención de Nacho Vidal, un familiar y un empleado, por su presunta implicación en un homicidio imprudente durante la celebración de un ritual místico basado en la inhalación de vapores de veneno de sapo, en el que la víctima era el prestigioso fotógrafo toledano afincado en València José Luis Abad.

La investigación de la Guardia Civil se prolongó durante once meses. Tras comparecer ante el juez, quedaron en libertad investigados por un delito de homicidio imprudente, aunque finalmente la causa se ha archivado para los otros dos.

Dos años antes de los hechos, en un video publicado en YouTube en 2017, el actor relataba su experiencia: «Yo había visto a Dios, tenía el Santo Grial y quería que todo el mundo lo viera». En su alocución, recomendaba su uso «a todo el mundo» para volver a «conectar con la tierra y la madre naturaleza».

«Cuando tomé el sapo me morí; vi mi muerte y no tengo miedo a la muerte», describe, y una vez regresó de ese «viaje», se dio cuenta de que estaba «aquí» y de que no iba a estar «ni una hora sin hacer algo que quiera hacer». «El tiempo es el único oro y soy multimillonario en tiempo», concluía.

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