El Gobierno negocia ‘in extremis’ con los partidos para salvar el plan anticrisis

Redacción

El Gobierno está manteniendo contactos con grupos parlamentarios para salvar la convalidación del real decreto-ley con medidas para paliar las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania que se debate mañana en el Congreso porque, pese a su «tranquilidad» y convencimiento de que saldrá adelante, aún no cuenta públicamente con el apoyo necesario.

Sus potenciales socios parlamentarios, como ERC y Bildu, están molestos por la actuación del Ejecutivo ante las escuchas a los dirigentes independentistas en el denominado ‘caso Pegasus’ e insisten en la necesidad de una comisión de investigación en la Cámara a la que el Gobierno se niega.

Mientras el Ejecutivo se remite a la comisión de secretos -porque busca que los parlamentarios no puedan contar lo que se les explique en ella-, tanto ERC, PNV y Bildu, como Unidas Podemos, insisten en una comisión de investigación.

En ERC, según fuentes de este partido, sostienen que el «único idioma» que entiende el PSOE es la imposibilidad de que salgan sus iniciativas legislativas y por eso presionan con ligar su voto al plan anticrisis con el ‘caso Pegasus’. «El gesto determinante es la comisión de investigación», señalan desde el partido republicano, que esta noche tomará una decisión sobre qué votar.

Para salvar esas diferencias, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, mantuvo una nueva reunión este miércoles con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que desde el Ejecutivo enmarcaron en las labores propias de su función «como ministro de Relaciones con las Cortes». Después, Rufián, en declaraciones ante los medios en el pasillo del Congreso, ironizó al decir que la reunión fue “inmejorable” porque “no se puede mejorar”.

Rufián lamentó que en el Gobierno están “muy preocupados” por el real decreto ley que se votará mañana “cuando deberían preocuparse de las cloacas del Estado que no dejan de espiar de forma alegal”, haciendo alusión al ‘caso Pegasus’. Preguntado sobre si el Ejecutivo le ha ofrecido algo para tener su voto favorable, fue contundente: “No, nada”.

Estos «contactos discretos» de Bolaños, y también del portavoz parlamentario del PSOE, Héctor Gómez, se han extendido con varios grupos, incluso el Partido Popular, aunque los de Alberto Núñez Feijóo no los consideran todavía como una negociación.

En este sentido, fuentes populares reconocieron que hubo un primer contacto con el Gobierno a través de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien dialogó el martes por la noche con el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, dentro del recuperación de los contactos entre el Ejecutivo y el principal partido de la oposición tras la elección de Feijóo como líder del PP.

En el marco de esa llamada, en el Ejecutivo se mostraban confiados en que el decreto saldría adelante porque no se lo pueden permitir porque el plan tiene medidas que afectan directamente a los ciudadanos. Desde el PP explicaron que el Gobierno limitó la interlocución a pedir su apoyo, y afirmaron que en el Ejecutivo no “habían tratado” el plan económico remitido por Feijóo a Sánchez.

Desde la llamada entre Bravo y Montero, las fuentes del PP dicen que no ha habido ningún contacto con el Gobierno y advirtieron al Ejecutivo de que no apoyarán el decreto “si nadie va a abordar el plan con seriedad y rigor”. “Podemos estar perfectamente en el no”, afirmaron para indicar que todavía no han decidido si votarán en contra o se abstendrán.

Por último, insistieron en que “quedan 24 horas” para negociar y “racionalizar” las medidas y subrayaron que es el Gobierno “el que tiene que buscar el camino” para llegar a un acuerdo. Sea como sea, desde el PP adelantaron que tomarán una decisión en la mañana del jueves.

EN CONTRA

Tal es la situación del Gobierno que, según fuentes de Ciudadanos, en la reunión de Bolaños con su portavoz, Edmundo Bal, el ministro no quiso desvelar con qué apoyos cuentan actualmente. De ahí que los de Inés Arrimadas aseguran que el Ejecutivo está «desesperado y fastidiado» porque no sabe si el real decreto contará con el apoyo necesario para salir adelante. De hecho, auguraron que el Gobierno entrará en la negociación del último minuto.

También comentaron que Ciudadanos está esperando que le ofrezca algo para poder votar a favor del decreto. Es decir, que el texto incluya medidas como alargar la vida útil de las centrales nucleares y otras medidas que esta formación facilitó en un documento a Bolaños durante la primera reunión que mantuvieron.

Pese a la reunión, las citadas fuentes afirman que Ciudadanos sigue entre el no y la abstención, de hecho, consideran que será muy fácil defender el discurso de mañana en el que explicarán su postura en contra de este decreto. En este sentido, instaron al Gobierno a coger las cosas buenas que tiene el decreto, las lleven al Consejo de Ministros y este partido las aprobará.

Fuentes de EH Bildu aseguraron a Servimedia que Bolaños no les convocó a ninguna reunión esta mañana, como sí hizo con otros grupos, y hasta dijeron desconocer que el ministro estuviera haciendo una ronda de contactos. Además, admitieron no tener ninguna objeción al fondo del decreto, pero justificaron sus reparos a votar mañana a favor en el impacto del caso del espionaje. «La situación se está enrareciendo, y está hoy peor que ayer», diagnosticaron, y lo atribuyeron a que el Gobierno y el PSOE no están haciendo gestos ni dando explicaciones al respecto.

«Esperamos un gesto», apuntaron, precisando que se conformarían con que el presidente, Pedro Sánchez, llamara a la portavoz abertzale, Mertxe Aizpurua, y le confesara que no tenía ni idea del espionaje, como de hecho piensan las fuentes consultadas que les pasó tanto a él como a la ministra de Defensa, Margarita Robles. Eso sí, no descartaron la abstención en la convalidación del decreto.

La votación de este real decreto ley, que se prevé para mañana sobre las 14.30 horas, va tan ajustada que en La Moncloa confirmaron que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudirá al Congreso para votar y la suspensión “por motivo de agenda” de su viaje a Moldavia y Polonia.

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