El consumo individual se recupera tras el impacto del Covid-19, pero es un 25% inferior al de 2007

Redacción

El consumo individual se ha recuperado de la caída sufrida por el impacto de la Covid-19 al crecer un 3,5% en 2021, pero sigue siendo un 25% inferior al de 2007, según se desprende de un informe elaborado por la Fundación BBVA.

De acuerdo con el estudio, el consumo individual cayó en 2020 hasta los 16.500 euros anuales, un 10,1% menos que el año anterior. Aunque la recuperación ha sido rápida y en 2021 el consumo alcanzó los 17.100 euros, un 3,5% más, todavía se está lejos del máximo de 22.800 euros de 2007.

Según explica Fundación BBVA, la Gran Recesión ya tuvo un fuerte impacto sobre el consumo individual logrado a principios de siglo, que cayó un 24,7% desde esa cifra máxima de 2007 hasta los 17.200 de 2014. Según el informe, la caída fue aún más acentuada en los hogares con más miembros, entre los que se encuentran aquellos con hijos dependientes, cuyo consumo se contrajo un 25,9%.

Además, el estudio indica que la larga duración de ese periodo de crisis financiera trajo como consecuencia un incremento de la desigualdad en la distribución del consumo individual, que no ha registrado ninguna mejora ni siquiera en el periodo de recuperación, entre 2014 y 2019.

«Aunque la reducción en el consumo en 2020 debida al confinamiento general de la población por la Covid-19 ha supuesto una reducción de la desigualdad, la recuperación del consumo en 2021 ha venido acompañada de un nuevo aumento de la misma», se advierte en el estudio de Fundación BBVA.

Cabe señalar en este punto que el consumo individual analizado por el estudio incluye todas las partidas recogidas en la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE), que abarca desde bebida y alimentación, ropa y calzado, vivienda, agua, electricidad, hasta gastos en transporte, ocio, educación o salud y otros bienes y servicios.

LOS MAYORES DE 65 AÑOS, LOS MENOS AFECTADOS

Según se desgrana en el informe, la reducción del consumo individual debida a la Gran Recesión fue mayor en los hogares con más miembros, entre los que se encuentran aquellos con hijos dependientes, y también es mayor cuanto más joven es el hogar.

Entre los hogares con hijos dependientes la caída del consumo individual entre 2007 y 2014 fue del 27,6%, pasando de 22.600 euros a 16.400 euros. Aunque en 2019 esta cifra había aumentado hasta los 17.900 euros, seguía siendo la más baja de los tres grupos de hogares considerados: adultos con hijos dependientes, adultos sin hijos dependientes y adultos mayores de 65 años.

Los hogares formados por personas mayores de 65 años, en general jubiladas, partían del nivel de consumo individual más reducido, 17.800 euros en 2007, y prácticamente no se vieron afectados por la recesión.

Finalmente, los hogares con adultos sin hijos dependientes, que antes de la crisis gozaban del mayor nivel de consumo individual con 24.800 euros en 2007, sufrieron una caída del 26,7%, pasando a 18.200 euros en 2014, y una recuperación posterior hasta 2019 del 5,3%.

Como resultado, si en 2007 la diferencia máxima en el consumo individual entre los tres tipos de hogares mencionados era de 7.100 euros, en 2019 fue de 1.300 euros. «La Covid-19 ha reducido el consumo individual en los tres tipos de hogares, aunque los menos afectados, de nuevo, han sido los hogares con adultos mayores de 65 años», concluye el informe.

LA DESIGUALDAD VUELVE A SUPERAR LOS NIVELES DE 2008

En cuanto a los parámetros de desigualdad, el informe apunta a que el índice de desigualdad sobre el consumo –índice de desigualdad de Jorgenson y Slesnick medido a partir del consumo individual– muestra que el inicio de la Gran Recesión supuso una caída de 1,1 puntos, pasando de 29,2 en 2007 a 28,1 en 2008.

Durante los años de la recuperación se registraron incrementos en la desigualdad, y en 2015 se volvió al nivel de 2007, valor que prácticamente se ha mantenido hasta 2019.

Aunque la reducción en el consumo en 2020 debida al confinamiento general de la población por la Covid-19 provocó una ligera reducción de la desigualdad de 0,6 puntos respecto de 2019, con la recuperación del consumo en 2021 la desigualdad ha vuelto a aumentar, hasta situarse en 28,7, superando el indicador de 2008.

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