El Bajo Ebro y sus increíbles calas, 30 kilómetros de un maravilloso viaje

Remitido

El Bajo Ebro, ubicado en el sur de Cataluña, es una región costera poco concurrida y libre de masificación, que ofrece paisajes impresionantes, acantilados espectaculares y, especialmente, una colección de calas vírgenes o semi vírgenes con aguas transparentes y cristalinas que impresionan a los visitantes. En esta fascinante zona, se pueden encontrar fincas y propiedades extraordinarias para disfrutar de la belleza del lugar, gracias a Su Asesor Inmobiliario y Contable.

Iniciando el recorrido por L’ametlla de Mar, El Perelló mar y L’ampolla

En poco más de 30 kilómetros de litoral que se pueden recorrer por el camino de ronda llamado GR92, desde donde acaba la nudista Playa del Torn, comienzan las localidades de L’ametlla de Mar, El Perelló mar y L’ampolla. Estas desembocan en las kilométricas playas salvajes del Delta del Ebro. Pero antes de llegar a esas magníficas playas, se esconde una colección de calas que son un auténtico lujo por su belleza, por sus aguas cristalinas, por su vegetación mediterránea que las rodea y especialmente porque no están masificadas como en otras zonas del litoral peninsular o incluso de las islas.

La primera parada de este recorrido empieza en la urbanización de Calafat, perteneciente a L’ametlla de Mar, donde pegada al puerto privado de Calafat SA se presenta la sorprendente y salvaje cala Llobeta. Esta cala de aguas cristalinas, rica en posidonia, rodeada de acantilados y de muy diversa vegetación, enamora a cualquiera desde el primer momento.

Seguido, se encuentra la cala de postal Calafato, que es más convencional, pero con un encanto sin igual. Al avanzar por el G92, se tendrá a la vista la cala Lo Ribellet. Esta posee unos recovecos alrededor de la misma que dan la impresión de ser hasta cuatro calas pegadas, algunas donde caben solo dos toallas. En estas se puede ir a pasar el día y disfrutar de una calita para cada persona. Tanto Calafato como Lo Ribellet, en verano tienen chiringuitos donde tomar unas cervecitas.

Después de Calafat: entrando a San Jordi de Alfama y Las Tres Calas

Al pasar por Cala de l’Olla, es el momento de despedirse de Calafat y e introducirse en San Jordi de Alfama. Esta es otra de las urbanizaciones de L’ametlla de Mar donde se encuentra una espectacular cala enorme con un castillo fortaleza, presidiendo la cala justo encima de los acantilados que conducen a la misma.

A continuación, se encuentra la urbanización Las Tres Calas que trae Cala Vidre, una cala donde cualquier instagramer se querría fotografiar, ya que está rodeada de una pared de roca y dispone de unas aguas increíblemente transparentes, de donde proviene su nombre. Es un lugar precioso, pero hay que tener la precaución de que si el mar sube, hay poca arena donde ponerse. Seguidamente, se presenta la imponente Cala Forn, también de postal. A partir de esta y hasta llegar al núcleo urbano de L’ametlla de Mar se puede disfrutar de calas menos convencionales y prácticamente vírgenes. Por ejemplo, la cala Les Ampolles, cala Mosques, Torrent del Pi, la seminudista cala Xelin, cala del Llop Mari y Cala Arandes hasta llegar a Cala Pixavaques. Esta última es una espectacular cala presidida por un camping donde la gente puede dormir justo encima de los acantilados que rodean esta cala. Allí se puede notar su espectacular belleza, ante la cual es difícil ser indiferente.

Finalizando el maravilloso viaje

A través de un paseo paralelo al litoral se llega al centro del pueblo donde está la playa El Alguer, muy pequeña pero con mucho encanto. Al continuar el viaje, una vez pasado el puerto pesquero, está la fantástica cala Pepo, la cual marca el final del núcleo urbano. En este punto se da paso a una zona prácticamente virgen y con un montón de calitas donde perderse y disfrutar de la naturaleza y del mar en su estado puro y alejados del mundanal estrés de las ciudades. De esta zona se pueden mencionar cala Bon Capó, Port Olivert, Santes Creus, Llenya, el Estany donde hay un restaurante que se come de lujo. A partir de allí, es momento de introducirse de lleno en la zona El Perelló mar, donde toda la zona es completamente virgen y no hay nada que moleste. Ahí es posible encontrar joyas como Cala Moros rodeada de acantilados, rocas y vegetación que dan paso a Racó de Garretes, Dolç del Me, la fantástica Santa Lucía y el singular Morro de Gos. Aquí las personas pueden tumbarse a tomar el sol rodeados de agua, mientras se contempla la maravillosa vegetación mediterránea que rodea toda la zona y las aguas cristalinas de una de las pocas zonas del litoral de España que sigue totalmente virgen.

A continuación, las pintorescas cala La Buena, el increíble Cap Roig y cala María. En el término municipal de L’ampolla se disfruta de playa del Balcón, playa de Capellanes, playa de las Avellanas, playa de los Pinos y playa del Arenal. 

A partir de aquí y ya en el Delta del Ebro, los viajeros disponen de kilómetros de playas salvajes y vírgenes. Durante todo este recorrido, los visitantes pueden disfrutar con calma en alguna de las maravillosas fincas y apartamentos que dispone Su Asesor Inmobiliario y Contable, a precios muy competitivos y rodeados de mar y naturaleza en estado puro.

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