El Athletic se lleva la final en los penaltis

Redacción

El Athletic Club levantó su 24ª Copa del Rey en Sevilla este sábado tras imponerse en la tanda de penaltis al RCD Mallorca, devolviendo el título a Bilbao 40 años después en una final vibrante que pudo caer de cualquier lado y que sonrió esta vez a los vascos.

Los rojiblancos lograron su ansiada Copa tras cinco finales consecutivas perdidas en el siglo XXI, para volver a surcar la ría de Nervión en la Gabarra. La Copa se decidió en penaltis, un desenlace firmado por el Mallorca y así lo hizo sentir con una celebración previa al sorteo entre los capitanes, que ganó Muniain eligiendo la portería de sus aficionados para resolver el campeón.

La tanda arrancó con Muriqi, que engañó a Agirrezabala. No falló tampoco Raúl García, pese a que Greif acertó el lugar. En el segundo lanzamiento emergió la figura de Julen, parando con una estirada hacia su lado derecho a Morlanes. Posteriormente, Muniain adelantó al Athletic en la tanda. El tercero del Mallorca acabó en la grada de La Cartuja, y Vesga no falló para dar doble ventaja al Athletic, que recortó Antonio Sánchez. El decisivo fue cosa de Berenguer y, el resto, ya es historia rojiblanca.

En la grada, la victoria de los vascos fue abrumadora, con casi tres cuartos de campos copados por aficionados del Athletic Club. Una afición rojiblanca que, en esta ocasión, no pitó de manera unánime el himno nacional español y se frotó los ojos al ver por fin a su equipo ganar la Copa. El Mallorca tuvo sus ocasiones y comenzó incluso por delante, pero se le esfumó su segundo torneo del k.o.

EL MALLORCA GOLPEÓ PRIMERO, PERO EL ATHLETIC SUPO REHACERSE

La primera llegada del Athletic no se hizo esperar, y Nico Williams aprovechó un error en el centro del campo para cabalgar desde el centro del campo hasta la portería de Greif, pero su disparo con zurda se marchó desviado. El plan de los de Javier Aguirre era bastante claro, y desde el primer momento aprovecharon el poderío aéreo de Muriqi con constantes balones largos.

El arreón inicial del Athletic, espoleado por su afición, continúo durante los primeros compases del partido y el Mallorca apenas pudo salir de su propio campo. Pese a ello, durante el primer cuarto de hora ninguno de los dos equipos fue capaz de tener claridad en el último tercio de campo para generar peligro.

No fue hasta el minuto 16 cuando Greif tuvo que intervenir tras un remate ajustado de Galarreta desde la frontal. Sería el primero de los dos intentos del centrocampista del Athletic, que tuvo otro desde dentro del área tras una gran acción por banda de Nico, pero su remate se estrelló en Raíllo para tranquilidad bermellona.

La respuesta del Mallorca llegó sólo un minuto después tras una pérdida del propio Nico Williams que aprovechó Muriqi para rematar desde la frontal obligando a intervenir a Julen por primera vez. Sería la antesala del gol del Mallorca. Tan sólo un minuto después, Dani Rodríguez aprovechó un balón muerto en el interior del área del Athletic, tras una gran parada de Agirrezabala, para colocar el esférico en la escuadra derecha de la portería (0-1).

Los fantasmas de las cinco finales perdidas en el siglo XXI comenzaron a aparecer en las cabezas de los jugadores rojiblancos, imprecisos en el pase en los siguientes minutos. Hasta el 29′ no llegó la siguiente aproximación de los ‘leones’ con un remate muy desviado de Sancet de volea. Una acción que volvió a conectar a los de Ernesto Valverde, que tuvieron otros dos remates en botas de Guruzeta y De Marcos.

La más clara del Athletic hasta el momento en la primera parte llegaría tan sólo cinco minutos después, con un balón al espacio que plantó en el mano a mano a Iñaki Williams, pero tras un control defectuoso perdió la ventaja y acabó cediendo el balón a su hermano Nico que ni siquiera pudo rematar. Se salvó el Mallorca, y no sería la primera vez, ya que al siguiente ataque, Nico, tras una buena jugada por banda con Yuri, acabó batiendo a Greif, aunque estaba en fuera de juego.

Por último, antes de marcharse a vestuarios, una nueva jugada de Nico por banda acabó en el lateral de la red en una posición franca de remate, y en la última acción de los primeros 45 minutos, Guruzeta remató demasiado cruzado desde la medialuna del área. Con esas, el plan del Aguirre se estaba cumpliendo a la perfección y se iban al descanso por delante en el marcador.

Tras el descanso, el Mallorca arrancó con fuerza, y antes de cumplirse el primer minuto Larin se plantó delante de Agirrezabala que, con una sensacional parada evitó el segundo gol bermellón. Pese a ello, no fue malo el arranque del Athletic, que con remates de Galarreta volvió a aproximarse a la portería de Greif en lo que sería el preludio del gol del empate.

En el minuto 50, Nico Williams conectó con Sancet dentro del área y este no falló en el uno contra uno para deleite de los más de 35.000 athleticzales. Partido nuevo y toda la segunda parte por delante. La Cartuja se convirtió en un improvisado San Mamés. Un empuje que los de Valverde aprovecharon para arrinconar en su propio área al Mallorca con remates de Sancet y Nico.

El partido entró en efervescencia y Nico estaba en su salsa. El internacional español se marchaba de su par con facilidad y una jugada suya en la que ganó línea de fondo estuvo a punto de suponer el 2-1, pero ni Guruzeta ni su hermano acertaron a rematar. Los de Aguirre despertaron de su letargo, entradas de Morlanes y Antonio Sánchez mediante, con una aproximación en 67′.

Después, el partido cesó en el ritmo, y el Mallorca volvió a encontrar la comodidad. Y entre eso, el miedo a perder y el oficio de los de Aguirre, el partido se vio avocado a la prórroga. Un tiempo extra que arrancó con cambios en ambos equipos: Muniain, Raúl García y Berenguer en el Athletic y Maffeo, en el Mallorca.

La primera del tiempo extra fue para el Athletic en botas de Iker Muniain, que en una volea fallida mandó el balón por encima del larguero. También tuvo en sus botas una falta notablemente ejecutada y que apenas pasó unos centímetros a la izquierda de la portería mallorquina. Fueron las dos únicas acciones destacadas de unos primeros 15 minutos de prórroga con poco ritmo.

La iniciativa siguió siendo del Athletic en los segundos 15 minutos, y más clara la tuvo Nico Williams. El pequeño de los hermanos no acertó en el remate en boca de gol tras un pase buenísimo de De Marcos desde la línea de fondo. Ocasión a la que respondió Muriqi con un cabezazo que hizo intervenir a Agirrezabala. En la que fueron las dos últimas opciones de ambos equipos antes de la decisiva tanda de penaltis.

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