El 22% de los hospitalizados mayores de 80 años consume alcohol habitualmente

Alvaro San Román

El 22 por ciento de los pacientes hospitalizados mayores de 80 años presenta un consumo activo de alcohol, según los datos preliminares de un nuevo registro que han impulsado médicos internistas y cuyos resultados fueron avanzados en el marco de la VI Reunión del Grupo de Trabajo de Alcohol y Alcoholismo (2 y 3 de junio) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que se desarrolló de forma virtual y congregó a 150 médicos internistas.

El doctor Miguel Marcos Martín, coordinador del Grupo de Trabajo de Alcohol y Alcoholismo de la SEMI, ha advertido del «repunte durante la pandemia del consumo de tóxicos y de patología psiquiátrica». Por su parte, la vicepresidenta primera de SEMI, la doctora Juana Carretero, ha incidido en el «gran y serio problema que supone el alcohol», haciendo mención al alcoholismo en el anciano y a la importancia de la prevención del alcoholismo.

En el marco de esta reunión, entre los múltiples temas abordados, se han presentado los principales hallazgos preliminares, hasta el momento, del Registro de Consumo de Alcohol en Pacientes Ancianos Ingresados, que recoge y analiza datos sobre alcoholismo en pacientes ingresados en hospitales españoles y mayores de 80 años, una población que normalmente queda relegada en las investigaciones sobre hábitos tóxicos.

El objetivo de este registro impulsado por internistas de SEMI es realizar una evaluación integral de la posible influencia del consumo de alcohol sobre complicaciones previas, alteraciones neurológicas, grado de dependencia funcional/deterioro cognitivo/fragilidad y complicaciones durante el ingreso hospitalario por cualquier causa de estos pacientes. Se espera presentar los datos definitivos del estudio que se elaborará en base a la información obtenida con dicho registro el próximo año.

No obstante, los primeros datos muestran que se ha detectado un consumo activo de alcohol en el 22 por ciento de pacientes analizados, que el 11,5 por ciento cumple criterios de consumo problemático y que el 3,5 por ciento presenta dependencia. También se ha constatado que solamente en el 25 por ciento de las historias clínicas analizadas se recogen los parámetros relativos al consumo de alcohol.

El doctor Ignacio Novo Veleiro, secretario del Grupo de Trabajo de Alcohol de SEMI, ha indicado que, según la Encuesta Europea de Salud 2020, el 49 por ciento de la población de entre 75 y 84 años reconoce haber consumido alcohol en los últimos 12 meses, algo que afirma también el 30 por ciento de personas de 85 o más años.

Así, ha enumerado los principales riesgos del consumo de alcohol en pacientes mayores: «Aumento del riesgo de caídas, interacciones con fármacos, declive acelerado de la calidad de vida, mayor riesgo de eventos cardiovasculares, aumento del riesgo de sangrado (sobre todo en anticoagulación) y más riesgo de arritmias cardíacas». Además, haciendo revisión de la literatura científica, ha expresado que, «por debajo de los 60 años, el factor de riesgo más relevante y desencadenante del desarrollo de demencia es el alcohol».

CONSUMO DE ALCOHOL Y OTROS TÓXICOS DURANTE LA PANDEMIA

Durante la reunión, asimismo, se han evaluado y analizado datos sobre el consumo de alcohol durante la pandemia, tanto entre la población general, como en el colectivo de médicos internistas. Con participación de 1.015 profesionales, este estudio muestra que el 8,8 por ciento refirió ser fumador. De ellos, un 71,9 por ciento incrementó su hábito tabáquico o comenzó a fumar.

Por otro lado, además, el 57,4 por ciento de los internistas encuestados reconoció consumir alcohol, con una mediana de 3 unidades de bebida estándar (UBE; cada UBE equivale a 10 gr. de alcohol) semanales; de estos, un 35,8 por ciento se inició en el consumo de alcohol o lo aumentó en la pandemia.

Asimismo, hasta el 1,5 por ciento afirmó haber consumido sustancias de uso recreativo. Por otra parte, 188 (18,6 por ciento) afirmó haber precisado fármacos para combatir el insomnio y 58 (5,7 por ciento) tomó antidepresivos. De ello, se concluye que la pandemia por SARS-CoV-2 acentuó el consumo de tóxicos y psicofármacos en el colectivo de internistas españoles.

Por su parte, la doctora Lucía Barrera ha realizado una revisión del consumo de sustancias durante la pandemia entre la población general. «Adicción y COVID-19 pueden ir de la mano. En pandemia, diferentes estudios hablan de un aumento de los síntomas de abstinencia y también de las conductas adictivas, así como de la merma del bienestar mental durante el confinamiento, por la disrupción de la cotidianeidad y el aislamiento», ha remachado.

CONOCIMIENTOS DE LOS INTERNISTAS SOBRE SUSTANCIAS TÓXICAS

Igualmente, durante la reunión también se han detallado los datos de una encuesta entre internistas sobre el conocimiento de sustancias tóxicas, con 194 respuestas (el 77,5 por ciento médicos adjuntos). El 76,8 por ciento de los participantes considera sus conocimientos sobre ello regulares o malos, aunque el 84,9 por ciento reconoce preguntar por tóxicos a sus pacientes.

Este porcentaje baja al 68,4 por ciento si el paciente es mayor de 85 años. El 83 por ciento sabe identificar un consumo de riesgo de alcohol aunque el 75 por ciento indica que no usa ningún tipo de cuestionario en su práctica clínica habitual para evaluar alcoholismo y el 65 por ciento no suelen preguntar por otros tóxicos que no sean alcohol y tabaco si no tiene una sospecha clínica de consumo.

Por su parte la Dra. Sonia Peña habló sobre «La tesis y la labor de investigación durante la residencia», especialmente sobre lo relativo a las dificultad de compaginar asistencia, docencia e investigación durante la residencia. Por último, durante la reunión se abordaron temas también relativos a las comorbilidades asociadas en la hepatopatía alcohólica y, antes de la clausura, se describieron y desgranaron los proyectos y líneas estratégicas de investigación que tiene en marcha el Grupo de Alcohol de SEMI para los próximos meses.

ALCOHOLISMO Y PROBLEMAS DE SALUD: DATOS GENERALES

El consumo de alcohol se asocia con múltiples problemas para la salud a corto y largo plazo, incluyendo fundamentalmente deterioro cognitivo (demencia), neuropatía, alteraciones digestivas, daño en el hígado, en el páncreas, arritmias cardíacas o riesgo de cáncer etc. Dejar de beber alcohol no solo produce una mayor sensación de salud y bienestar sino que previene el desarrollo de las enfermedades mencionadas: cáncer, demencia, cirrosis hepática, pancreatitis o arritmias cardiacas como la fibrilación auricular, etc. Los efectos negativos del alcohol pueden ser muy diferentes según el patrón de consumo y la susceptibilidad de cada persona al daño.

Los expertos de la SEMI recuerdan que, por diferentes razones, las embarazadas y los menores de edad deberían abstenerse completamente del consumo así como todos aquellos que vayan a conducir o manejen maquinaria peligrosa. Muchas enfermedades o la toma de ciertos fármacos también contraindican el consumo de alcohol.

Las + leídas