Dos concursantes de ‘La isla de las tentaciones’ destapan los secretos del programa

Redacción

La isla de las tentaciones acumula seguidores con cada una de las temporadas que emite. Ya van seis entregas, además de La última tentación, pero todavía los telespectadores tienen innumerables incógnitas sobre cómo funcionan los entresijos del formato, especialmente los que tienen que ver con los detalles de la convivencia de los participantes. Pero para arrojar algo de luz al asunto, dos exconcursantes han decidido revelar en las redes sociales algunos aspectos desconocidos de las villas de República Dominicana en las que se graba el programa.

Por un lado, Ana Nicolás, que participó en la quinta temporada junto a su pareja Cristian López, ha asegurado que “no hacíamos la comida, era como buffet”. “No podíamos hablar con la gente que nos la dejaba”, agregó. Además, desveló que “hay una zona apartada donde se fuma” y que “te pagan por mes”, pero desgraciadamente ella su participación comenzó más tarde y ni siquiera estuvo “el mes entero”. Antes de terminar su discurso, reveló que “cuando firmas el contrato te pone los disfraces que tienes que llevarte” para las diferentes fiestas que se celebran por la noche en cada una de las villas y que “nos escogían la ropa para las hogueras y no podíamos coincidir”.

Por otro lado, la que también ha destapado algunos secretos del exitoso formato que se emite en Telecinco ha sido Marina López, participante en la última edición emitida hasta la fecha. En su caso, se ha centrado más en el tema de las grabaciones: “Los totales se graban una vez a la semana. Todo lo que veis que estamos hablando en la salita se graba una vez a la semana. Te dicen que te pongas en situación y lo haces”, explicó. Además, confirmó, aunque era algo que estaba perfectamente claro, que las imágenes que se emiten en cada gala corresponden a más de un día de convivencia: “Otra curiosidad, cada capítulo que veis vosotros son tres días de la isla”.

La madrileña fue hace años una de las pretendientas del famoso programa de citas intentando conseguir el amor de Álvaro Domínguez, pero tras varias semanas, tuvo que despedirse de su silla. Marina llegó al programa en 2020 asegurando que había tenido un romance con Albert Barranco, pero tres semanas después todo terminó por una información de Violeta Mangriñán. Esta, en el punto de mira por su defensa a Vinicius, reveló que Marina y Marta, otra pretendienta con la que se llevaba a matar, iban juntas en el tren como si fueran dos amigas.

La noticia no le sentó nada bien al tronista porque no entendió que sus pretendientas se llevaran bien y aseguró además que no se veía dando más pasos con Marina: “Pasan los días y no veo reacciones en plató (…). Llevas tres semanas y pareces un cono, no me hablas”. Ella se fue con la sensación de que no le habían dado la oportunidad para darse a conocer.

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