Desarticulada en Andalucía una banda de narcos chinos que cultivaba marihuana en chalets de lujo

Redacción

La Guardia Civil ha desmantelado en Andalucía una banda de narcotraficantes de origen chino que cultivaba marihuana en chalés de lujo del sur de España para luego venderla en el norte de Europa.

Según informó este jueves el Instituto Armado, en la ‘operación Almaju’ han sido detenidas 32 personas por los supuestos delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales, trata de seres humanos y defraudación de fluido eléctrico.

Se han realizado 22 registros en Sevilla, Huelva, Granada y Málaga, en donde se han aprehendido 6.800 plantas de marihuana en cultivo y más de 70 kilogramos de marihuana en cogollos lista para su distribución.

En el marco de esta investigación han sido localizadas tres ciudadanas de nacionalidad china que se encontraban en condiciones de semiesclavitud. Estas personas estaban encargadas de atender el cultivo de la marihuana en las viviendas que la trama tenía alquilado para ello.

“GRANJAS” DE DROGA

La investigación se inició el pasado mes de enero, cuando los agentes detectaron varios laboratorios de drogas en la comarca del Aljarafe (Huelva), dirigidos por ciudadanos chinos. Se trataba de dos familias de este país que contaba con una red de casas dedicadas al cultivo de marihuana en interiores.

Al mismo tiempo, se descubrió que los principales responsables de la red tenían una faceta empresarial legal, que incluía bazares, mediante los cuales financiaban y blanqueaban grandes cantidades de dinero procedentes del cultivo y venta de marihuana.

Además, los investigados utilizaban un esquema empresarial, en tanto que invertían parte de los beneficios en la mejora y modernización de los laboratorios, consiguiendo de este modo aumentar la producción y los beneficios. Los agentes han calculado que en 2019 podrían haber obtenido varios millones de euros de la venta de marihuana.

La actividad productiva se desarrollaba en viviendas de alquiler, sobre todo en chalets independientes de lujo en urbanizaciones aisladas, con contratos de alquiler a largo plazo, aunque empleaban identidades y documentaciones falsas. Una vez alquilados los inmuebles, a los que los arrestados denominaban ‘granjas’, eran sometidos a reformas importantes, realizando conexiones a la red eléctrica con sofisticados procedimientos para evitar ser detectados.

Las + leídas