David Trueba dirige el documental ‘Sofía y la vida real’: «No se la puede desvincular de los errores de Juan Carlos I»

Redacción

David Trueba y Jordi Ferrerons dirigen ‘Sofía y la vida real’, una serie documental que se estrena en HBO Max el 23 de junio y en el que repasan la vida de la reina emérita. Un proyecto con el que pretenden presentar tanto sus aciertos como sus errores desde su infancia hasta la actualidad. En este sentido, y a raíz de las polémicas y escándalos que en los últimos años han salpicado a la figura de Juan Carlos I, Trueba asegura que a la reina «tampoco se la puede desvincular de los errores del marido».

«Tenemos una visión muy machista sobre estas relaciones. A la mujer o le damos el papel de la mala y taimada o le damos el papel de la víctima inocente que no se entera de nada. Se debe respetar a las dos personas como que han sido conscientes de lo que estaban haciendo ambos en todo momento», critica el cineasta en una entrevista concedida a Europa Press en la que reflexiona sobre la figura de la reina como consorte y el papel de Sofía a nivel público.

«Han jugado con fuego y en cierto momento se quemaron. Se quemaron como pareja públicamente y, por más que una quiera ejercer de abuelita honesta y el otro de campechano simpático que todo lo vence, ninguna de las dos cosas eran más que papeles para salir vivos de esa quema», afirma. Por su parte, Ferrerons se une manifestando que otro de los errores de doña Sofía ha sido el poner, en determinados momentos, su sentir personal por delante de la corona.

«El mayor error es complicado de discernir cuando en una familia real se mezclan el componente personal y el componente profesional de forma tan estrecha. Quizá en algunos momentos, en contadas ocasiones, ha parecido que Sofía intentaba anteponer sus sentimientos personales por encima de la institución», indica el codirector de la serie.

Pese a todo, la imagen pública de doña Sofía es mucho mejor que la que se tiene de muchos otros miembros de la familia real. «La distinción y la serenidad en tiempos convulsos suelen tener recompensa. Y la línea de actuación tan absolutamente discreta y reservada da una imagen de la reina Sofía como esfinge inaccesible que no se sabe muy bien lo que piensa y cómo es. Eso en el plano profesional la ha recompensado», asegura a su vez Ferrerons. «Esa actitud siempre con una sonrisa, esa frialdad, hace parecer que las cosas te pasen un poco por el lado y no te salpiquen», expone, centrándose en la diferencia con el rey emérito.

«Los excesos protagonizados por su entorno, básicamente por Juan Carlos, los ha gestionado con enorme frialdad e incluso lanzando mensajes públicos que intentamos analizar en la serie en su justa medida y que no son solo para preservar su propio rol ahí dentro, sino sobre todo y realmente para preservar la reputación de la institución a la que ella representa. Eso hace que la Reina Sofía siga teniendo unas cuotas de aceptación muy altas», expresa el cineasta.

«LA MONARQUÍA ES SOSTENIBLE, PERO LA ARISTOCRACIA NO»

Trueba y Ferrerons consideran que Felipe VI, la reina Leticia y sus hijas tienen como misión desvincularse de aquellos errores de quienes los anteceden, pero sin ser radicalmente opuestos a ellos como figuras institucionales. «Los reyes actuales tienen un reto muy difícil que es ser continuidad y, al mismo tiempo, ruptura», cuenta Trueba, que cree que es posible el cambio.

«Creo que la monarquía es sostenible, pero la aristocracia no. Y una familia real demasiado grande es insostenible. Las familias reales van a tener que ir simplificándose para que solo las personas que ejercen de símbolos o de una cierta jefatura del Estado sean quienes estén en la pomada. Los demás tienen que estar fuera y ser personas normales y reales que hagan una vida normal y a las que el Estado no tenga que mantener», sugiere el director madrileño. «Ahora mismo lo que más perjudica a la familia real es tener que mantener a demasiados miembros», sentencia.

PROTECCIÓN PÚBLICA

Trueba también afirma que la monarquía, tanto en España como en otros países, ha estado siempre especialmente protegida por las altas esferas para transmitir una imagen favorable. «La Casa Real está demasiado acostumbrada, a que sus hitos se celebren en la televisión pública con programas de homenaje, pero están menos acostumbrados a sufrir los rigores de la prensa libre, que ha sido muy poco activa con ellos», recuerda el creativo.

«Hoy en día las cosas han cambiado, aunque sigue habiendo excesos como hemos visto en la coronación de Carlos de Inglaterra con las detenciones en sus domicilios de las personas que se iban a oponer o que iban a hacer manifestaciones. Vemos constantemente excesos en la protección», dice Trueba. «Pero creo que con el tiempo todo el mundo se va dando cuenta de que la libertad informativa, la libertad de prensa, es importante sostenerla en todos los ámbitos», matiza.

«Pero lo que más nos importa es que se valore el equilibrio de la serie. Intentamos hacer las cosas con un cierto rigor, no intentamos provocar el morbo sino que buscamos contextualizar los personajes para una generación quizá más joven que no tiene un recuerdo como hemos tenido muchos de la Transición, de la restauración monárquica en España, y que lo vayan asumiendo como algo natural de su país y no como un accidente alienígena», concluye Trueba, confiado en que desde la casa real se vea con buenos ojos el trabajo realizado en ‘Sofía y la vida real’.

La serie documental se estrena en HBO Max este viernes 23 de junio cuenta con los testimonios de políticos como José Bono, Iñaki Anasagasti, María Teresa Fernández de la Vega, José Marnuel García Margallo o Ana Pastor y de periodistas como Jaime Peñafiel, Mercedes Milá, Carmen Gallardo, Victoria Prego . Mábel Galaz, Ernesto Ekaizer, Ignacio Escolar o José Antonio Zarzalejos.

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