Cien años de Miguel Delibes, tres libros para un puente

Alvaro San Román

Este año se celebra el centenario de unos de los escritores clave en literatura española del siglo XX, Miguel Delibes. Delibes nació en Valladolid en el año 1920, ha sido el escritor de la España vaciada. Toda su obra está impregnada de un compromiso con los valores humanos y con la autenticidad de sus personajes. Amante de su tierra castellana y de sus gentes de las que siempre puso en valor su dignidad. Delibres fue miembro de la Real Academia Española de la Lengua, desde 1975 hasta su fallecimiento en marzo de 2010.

Si todavía no has leído nada de Delibes, o si que quiere volver a disfrutar con la escritura de uno de los grandes, hoy te recomendamos tres de sus libros que han marcado la historia de nuestra literatura. A disfrutar.

 

 

Nuestra preferida

Los Santos Inocentes

En la Extremadura profunda de los años sesenta, la humilde familia de Paco el Bajo sirve en un cortijo sometida a un régimen de explotación casi feudal que parece haberse detenido en el tiempo, pero sobre el que soplan ya algunos aires nuevos. Es época de caza y Paco se ha tronzado el peroné. Las presiones del señorito para que lo acompañe en las batidas a pesar de su estado sirven para retratar la crueldad y los abusos de una clase instalada en unos privilegios que considera inalienables y que los protagonistas soportan con una dignidad ejemplar.

La sombra del ciprés es alargada

 

Premio Nadal 1947. Una novela sobre el amor y la esperanza que supuso el descubrimiento de Miguel Delibes y marcó un antes y un después en la narrativa española.

El protagonista de esta novela, es, como en tantas de sus obras, un niño. Pedro, huérfano desde la infancia, va a parar para su educación a Ávila, al hogar sombrío de don Mateo Lesmes, quien le inculcará la creencia de que para ser feliz hay que evitar toda relación con el mundo, toda emoción o afecto.

Cinco horas con Mario

 

Una mujer acaba de perder a su marido y vela el cadáver durante la noche. Sobre la mesilla hay un libro ―la Biblia― que la esposa hojea. Va leyendo los párrafos subrayados por el hombre que se ha ido para siempre. Una oleada de recuerdos le viene a la mente y empieza un lento, desordenado monólogo en el que la vida pugna por hacerse real otra vez. La pobre vida llena de errores y torpezas, de pequeños goces e incomprensiones. ¿Ha conocido Carmen alguna vez a Mario? Escuchamos el irritante discurrir de estrecha mentalidad de la esposa mientras otro hombre irá poco a poco descubriéndose, para el lector, aunque no para ella, con toda su desesperanza y su fe en la vida.

 

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