Bruselas investiga si Snapchat, YouTube, Apple y Google cumplen con las restricciones para el acceso de menores

Redacción

La Comisión Europea investiga si las grandes plataformas Snapchat, YouTube, Apple App Store y Google Play han tomado las medidas que le impone la Ley europea de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) para restringir el acceso de menores de edad a contenidos inapropiados o productos ilegales.

«Haremos todo lo posible para garantizar el bienestar físico y mental de los niños y adolescentes ‘online’. Esto empieza por las plataformas», ha dicho la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Soberanía Tecnológica, Henna Virkkunen, en un comunicado para anunciar las primeras «acciones de investigación» en este caso.

Virkkunen ha recordado que la DSA obliga a las plataformas a garantizar la seguridad de los menores cuando usan sus servicios online, aunque las compañías tienen la flexibilidad de optar para ello por medidas propuestas en las directrices sobre protección de menores o bien por medidas propias «igualmente eficaces».

En este contexto, Bruselas, en colaboración con las autoridades nacionales de los Estados miembro, ha iniciado la evaluación de las medidas adoptadas hasta el momento por estas grandes plataformas y les ha requerido información detallada sobre sus respectivos sistemas.

Así, el Ejecutivo comunitario pide a Snapchat datos de cómo impide que los menores de 13 años accedan a sus servicios, una limitación que está prevista en las propias condiciones de servicio de la plataforma. También le pide información sobre las funciones que ha implementado para prevenir la venta de productos prohibidos a los menores, como vapeadores o drogas.

En lo que respecta a YouTube, además de información sobre su sistema de verificación de edad, la Comisión quiere más detalles sobre su sistema de recomendación, ya que ha recibido informes sobre la difusión de contenido nocivo entre menores.

En cuanto a la ‘App Store’ de Apple y Google Play, la Comisión solicita información sobre cómo gestionan el riesgo de que los usuarios, incluidos los menores, descarguen aplicaciones ilegales o perjudiciales, como aplicaciones de juegos de azar y herramientas para crear contenido sexual no consentido. Asimismo, los servicios comunitarios piden explicaciones a las tecnológicas sobre cómo sus tiendas de aplicaciones comprueban la edad de quienes las adquieren.

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