El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, ha afirmado este lunes sobre la Ley de Amnistía, que no comparte el relato que se describe en los acuerdos entre PSOE, Junts y ERC sobre lo que sucedió en el proceso independentista en Cataluña y subraya que las responsabilidades del independentismo «ni se citan».
Borrell prefiere no pronunciarse sobre la constitucionalidad de la norma porque dice no ser un experto en esa materia y tampoco sobre su motivación política, «es decir sobre su necesidad y su virtud», según indica. Sin embargo, deja claro que no comparte el relato del procés aceptado por el PSOE.
«Parece que hacemos nuestras buena parte de sus tesis sobre un conflicto que supuestamente se inicia en 1714. Ese relato no lo comparto», ha reiterado. «Y no sé si era necesario. Pero no es mi interpretación de lo que pasó en Cataluña esos años», apunta a continuación, en una entrevista en La Vanguardia, recogida por Europa Press.
A este respecto, Borrell también ha criticado la actitud del Partido Popular Europeo (PPE) en el debate sobre la ley de amnistía que se llevó a cabo la semana pasada en el Parlamento Europeo
En este sentido, ha señalado que «uno puede discutir la amnistía, estar a favor o en contra. Pero no se puede decir que el sistema político y jurídico español ha sufrido una especie de paro cardiaco», algo que a su juicio acaba dando armas a los independentistas para criticar al sistema español, textualmente.
TRAYECTORIA PARA DESMONTAR EL RELATO INDEPENDENTISTA
Hace unos días, tras la firma de los acuerdos entre PSOE y los partidos independentistas catalanes, Borrell, admitió su «preocupación» por los pactos para una ley de amnistía exigida por ERC y Junts para apoyar la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. «Todos los que me conocen y saben mi trayectoria pueden imaginar lo que pienso», señaló en ese momento.
Durante su tiempo como titular de Exteriores, Borrell hizo de la lucha contra el relato independentista uno de sus banderas y en distintos foros y visitas internacionales se dedicó a desmontar los argumentos independentistas, a los que acusó de «mentir durante años» y presentarse como víctimas.
Insistió en que la separación de Cataluña del resto de España tendría «costes muy elevados a corto plazo» y fue crítico con la idea de un mediador entre el Gobierno y los independentistas, apuntando que solo pretendía internacionalizar el conflicto y hacer paralelismos con conflictos como Kosovo o Bosnia.