Baldur’s Gate 3 Análisis – Una obra maestra y un GOTY merecido

Nacho Pérez

Aunque tarde, por fin tenemos en nuestras manos Baldur’s Gate 3. Tarde decimos porque salió a finales de agosto para PC y en septiembre para PS5. En diciembre, con la gala de los Game of the Year o GOTY, donde se llevó el galardón a mejor juego, Larian, el estudio desarrollador, anunció que se publicaba para Xbox Series X. Este es uno de esos juegos que marcará época y que pone el rol clásico de nuevo de moda.

Este es el tercer juego de esta saga basada en la franquicia Dungeons and Dragons. El primer juego apareció allá por el año 1998 y en el año 2000 disfrutábamos de la segunda entrega. Así que hemos tenido que esperar 23 años en poder jugar al tercer juego de esta popular saga basada en el rol medieval fantástico. Es un género de rol puro como si estuviéramos jugando la partida en un tablero.

Baldur’s Gate 3 es el mejor juego de 2023

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Y este nuevo Baldur’s Gate 3 nos llega de la mano de Larian, un estudio que tiene bastante experiencia en el desarrollo de este tipo de juegos. De hecho os recomendamos jugar encarecidamente a los Divinity I y II. Son bastante similares en jugabilidad al título del que hoy escribimos. Así que si antes no habíais jugado a un tipo de juegos de este estilo, ahí tenéis mucho más contenido y con una gran calidad.

Baldur’s Gate 3 es una obra maestra desde su inicio. No vamos a desvelar mucho de la trama, ya que debes descubrir todos sus secretos por ti mismo. Pero lo primero que deberás hacer será crear un personaje entre las muchas variables infinitas que hay. Desde su raza, su clase, subclase… Dependiendo de tu modo de juego, así podrás hacerlo, aunque luego podrás ir retocándolo a medida que avanzas y subes nivel.

Si eres una persona que gusta más de ataque a distancia, un mago o un arquero pueden venirte bien. Si eres más de atacar y escabullirte, un pícaro. Puedes ser un guerrero o un curandero. También deberás elegir el pasado de tu personaje. Dependiendo de lo que elijas, los distintos pueblos del mundo de Baldur’s Gate te van a tratar de una forma o de otra. Por ejemplo, nosotros elegimos un Drow en la primera partida y los goblins nos trataban amistosamente.

Infinidad de detalles

La aventura de Baldur’s Gate 3 comienza en una nave controlada por unos azotamentes. De allí tendremos que escapar sin morir en el intento. Pero podremos usar la ayuda de ciertos personajes. Una vez escapemos es cuando de verdad comienza la libertad. A medida que avancemos iremos encontrando sucesos y conociendo a algunos personajes a los que podremos reclutar.

Cada personaje tiene puntos de vista y objetivos personales. Y la personalidad de cada uno de ellos es muy diferente y con muchos matices. Es conveniente conocerlos en profundidad y saber cómo piensan y qué quieren. Pero nos los iremos encontrando (o no) dependiendo de por dónde pasemos. Baldur’s Gate 3 no es un juego lineal al uso. Tú decides por dónde te mueves y según decidas irán aconteciendo unas cosas u otras.

Cada decisión y acción que hagas en Baldur’s Gate 3 tiene una consecuencia real en el mundo. Tienes que pensar muy bien qué hacer y qué responder ya que una mala palabra puede llevar a un poblado a volverse contra ti. O una sabia elección te abrirá puertas que pensabas que no podrías abrir. Pero ante todo este juego es libertad de elección y de acción. Es un juego de rol con una narradora omnipresente que hace de maestra de ceremonias.

Cada decisión repercute en el mundo

Durante las más de 80 o 90 horas que le puedes echar a Baldur’s Gate 3 podrás dialogar y pelear. Las peleas son por turnos. Es imprescindible jugar con los elementos y tener una capacidad táctica y estratégica. Enfrentarte cara a cara frente a 8 o 10 enemigos a la vez no es viable. Por eso hay que saber cómo usar el escenario y los elementos naturales como fuego, electricidad, agua, viento… a nuestro favor. Esa es la clave del título.

Cada turno de combate puedes moverte, hacer una acción principal y una secundaria. Según la clase podrás usar hechizos, movimientos especiales, atacar más veces… Pero siempre teniendo en cuenta que hay un dado omnisciente que nos dirá si la acción es exitosa o no. Este dado también lo usaremos durante las acciones de habilidad en Baldur’s Gate 3. Por ejemplo si queremos entrar en la mente de alguien sin que se de cuenta, intentarle convencer de algo, abrir una puerta…

La pantalla del dado nos ha gustado mucho y podemos utilizar un dado de 20 caras pero también añadir bonus para mejorar la puntuación. Una acción tendrá un número mínimo que debemos sacar para que sea exitosa y esto depende de nuestra capacidad y de la dificultad. Por ejemplo si queremos amedrentar a alguien y es de mente débil, tendremos que sacar un número bajito. Pero si somos un gnomo y amenazamos a un orco, ya será más difícil.

Impresionantes gráficos y banda sonora

Las acciones en el combate se van agotando, no podremos utilizar todos los hechizos que queramos o todas las acciones especiales de Baldur’s Gate 3. Pero existen descansos largos y cortos para recuperar estas acciones y la vida. Iremos a un campamento y allí podremos conversar con nuestros aliados y también intercambiar miembros del equipo.

Gráficamente Baldur’s Gate 3 es impresionante. Cada personaje, principal y secundario, tienen un montón de detalles. También los escenarios. Las luces y los elementos como el agua o la grasa se ven genial. Es un despliegue gráfico increíble. También sus melodías y su doblaje al inglés nos han dejado con la boca abierta. Y agradecer que el juego venta subtitulado y con textos a nuestro idioma. Sin duda un gran punto a favor.

No podemos extender mucho más el análisis de Baldur’s Gate 3 aunque nos dejamos muchísimas cosas en el tintero. Es un juego lleno de detalles y tan bueno que te sorprende a cada rato que juegas. Es cierto que no es un título que pueda ser sencillo para todo el mundo. Requiere aprender unas normas y saber cómo funciona su mundo, pero una vez te haces con ello, lo disfrutas increíblemente. Es un GOTY merecido y un Must Have que no debe faltar en casa.

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