Bajo el título de “Así empezó todo”, Javier Navarro, quien con 14 años, crea su primer conjunto Los Rolls, pero es con la segunda formación, Los Popes, con la que empieza a actuar en cuanto sitio era posible. De ahí pasó a formar parte de Almas Humildes como bajista y coros, con los que profesionaliza su desempeño con galas y grabaciones y donde también se estrenará como compositor, en paralelo con la grabación de anuncios para publicidad (jingles) y participando en grabaciones de terceros como músico de estudio. Pues, Javier Navarro es el autor que revitaliza la memoria de la música Pop en España, desde sus comienzos, allá por los últimos años 50 y primeros 60 del siglo pasado, hasta ahora.
No se puede negar que la música Pop es un fenómeno social que ha invadido la vida cotidiana de una manera absoluta. La música Pop ha sido bandera de movimientos juveniles y vehículo de diversión y de comunicación, pero además, es una industria que mueve masas. ¿Cuántos acontecimientos públicos son capaces de reunir miles de personas en un recinto?. Es obvio que solo el futbol y los conciertos de música. No podemos considerar un fenómeno casual el hecho de que un artista haga una gira por varias plazas de toros y llene todos los aforos.
En el libro se describe, de manera muy exhaustiva y con todo lujo de detalles, cómo fue el origen de la música Pop en Madrid, y por ende en toda España, la manera en que se inició y cómo se desarrolló. Recuerda a los pioneros y al inicio de muchos artistas y sus penalidades, pero también sus méritos y a quienes participaron en el nacimiento y desarrollo del fenómeno, unos de manera pública y conocida, otros en la sombra. Cómo los medios, la radio y la televisión, influyeron y colaboraron en toda esta revolución e, incluso, de qué manera la expansión del turismo en España utilizó la música Pop como vehículo realizando aquella gran cantidad de Festivales de la Canción que uno se encontraba por muchas ciudades españolas.
Está editado por la editorial Amarante, tiene una lectura muy cómoda y fluída y no debiera de faltar entre una de las lecturas de este tiempo difícil, no solo cómo distracción, sino cómo documentación.
